A partir de mayo de este año, Brasil introdujo tres programas nuevos de subsidios a la soja: PROP Soja, PESOJA y PEPRO para 10 estados (Mato Grosso, Goiás, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Bahía, Maranhao, Tocantins, Piauí, Pará y Rondonia) y el Distrito Federal. La producción de soja comprendida en estos estados y en el Distrito federal equivale al 61% de la producción de soja de todo Brasil. El PROP consiste en un subsidio directo (determinado en una subasta pública) a un procesador u otro intermediario en la comercialización de la soja, en tanto garantice al productor de soja un precio superior al del mercado en virtud de un contrato de opción de venta con condiciones (precio y cantidad) prefijadas por el Estado. El PESOJA también es un subsidio directo (determinado en una subasta) a procesadores o intermediarios en la comercialización de la soja, en tanto comprueben que han realizado una compra a productores o cooperativas a un precio de referencia fijado por el Estado. El PEPRO, en cambio, es un subsidio directo (determinado en un subasta) destinado a los productores rurales o a las cooperativas rurales. El mismo es otorgado a aquellos productores o cooperativas que se comprometen a vender a los procesadores o intermediarios de la comercialización por un monto mínimo equivalente a la diferencia entre el precio de referencia fijado por el Estado y el monto de subsidio o premio máximo fijado por el Estado. Los tres programas tienen el mismo objetivo que consiste en garantizar un precio mínimo al agricultor (que está entre USD 174,4/Tm y USD 186/Tm dependiendo del estado) y a la vez abaratar el costo de la materia prima a los procesadores. Sin embargo, parecería que el mayor beneficiario sería el procesador debido a la reducción del precio de compra de las materias primas que ronda entre USD 170/Tm y USD 125/Tm, dependiendo del estado donde se aplique. Hasta el momento los programas no han sido muy utilizados. Se ha presentado a subasta casi 20 millones de Tm para recibir el subsidio pero solo se ha negociado un poco más de 7 millones. Esto podría deberse al desconocimiento por parte de los procesadores y, sobre todo, de los productores de sus formas de operar. Otro factor a tener en cuenta es que al momento de lanzarse los programas un porcentaje de la cosecha ya estaba comprometido para su venta, quedando excluida de los programas. En relación a los compromisos contraídos por Brasil en la OMC en materia de subsidios a la producción, Brasil podría otorgar a la soja subsidios por aproximadamente USD 1000 millones (que equivale al 10% del valor de la producción de soja). Según cálculos realizados por el INAI, los actuales programas rondarían hasta la fecha en USD 250 millones.Leer en pdf »