Durante los días 19 y 20 de mayo se celebró en Buenos Aires el “Primer Taller de Trabajo del G-20 sobre Commodities”. El encuentro tuvo como principal tema de agenda la cuestión de la volatilidad y los altos precios de los alimentos; y contó con la participación de funcionarios de los Ministerios de Economía, Bancos Centrales y Ministerios de Agricultura de los países Miembros del G-20, así como también de oficiales de los principales organismos internacionales involucrados, expertos académicos y representantes del sector privado. Según fuentes diplomáticas, los debates, que se realizaron a puertas cerradas, giraron en torno a los siguientes temas: determinantes de la volatilidad de precios de las commodities, financierización de los mercados de commodities, energía y volatilidad de precios, desarrollo e impactos macroeconómicos de la volatilidad de precios, ciclos productivos y oferta de alimentos, comportamiento de la demanda, regulación de los mercados financieros y su relación con los mercados físicos, seguridad alimentaria, nuevos instrumentos de cobertura para los precios futuros, derivados financieros de los alimentos, desafíos de política pública y coordinación internacional. El Gobierno argentino manifestó que la posición del país gira en torno a la creencia de que el problema de los precios de las commodities tiene su causa en la existencia de una demanda de alimentos sostenida en el mundo, y que lo que se debe hacer es incrementar la oferta y no regular los precios. Además, expresó que Argentina, en su carácter de productor y exportador agrícola de importancia mundial, apoya la revalorización de la agricultura en la agenda internacional. El ministro de Agricultura argentino, Julián Domínguez, destacó que es deber de Argentina satisfacer la demanda mundial de alimentos, según lo pedido en el ultimo encuentro de la FAO. En este sentido, expuso que Argentina, junto con Brasil, Paraguay y Uruguay, produce 300 millones de toneladas de oleaginosas, y está en condiciones de garantizar la alimentación de 1.200 millones de habitantes en el mundo. A su turno, el canciller argentino, Héctor Timerman, resaltó la importancia de combatir la volatilidad y la especulación financiera en el precio de los commodities, y resaltó el accionar del país en contra de los «fondos buitre». Asimismo, manifestó que la incorporación de la agricultura en el centro de la agenda del G-20 le dará mayor previsibilidad a un sector vital que, dada la dinámica demográfica que enfrenta el mundo, se enfrentará a formidables desafíos en las próximas décadas. El ministro de Economía, Amado Boudou, señaló la importancia de debatir el tema de las materias primas agrícolas y reiteró que el Gobierno nacional tiene como objetivo mejorar la tecnología disponible para producir más alimentos de una manera cada vez más amigable con el medio ambiente. Por su parte, el ministro de Agricultura de Francia, Bruno Le Maire, se refirió a la posición de su país en relación a la comercialización de commodities agrícolas, y sostuvo que “Francia no quiere limitar el precio de las materias primas, sino evitar la volatilidad y la especulación financiera”. “Si los precios suben, esto es bueno tanto para los productores franceses como para los argentinos”, agregó. Ante la volatilidad, Le Maire abogó por «transparentar» la comercialización de los productos y sugirió que deben regularse las transferencias financieras para que no afecten a los mercados de commodities. Las commodities, tanto agrícolas como energéticas, ocupan un lugar central en la agenda del G-20, cuya Presidencia ejerce Francia este año. En el mes de junio tendrá lugar la Reunión de Ministros de Agricultura del G-20, en París, en donde se analizará un Plan de Acción que será posteriormente elevado a la Cumbre de Líderes del G-20, que se realizará en Cannes en noviembre de 2011. Leer en pdf »