Premio a la soja certificada. Diversas empresas aceiteras han anunciado que aquellos productores que les entreguen soja certificada con “calidad sustentable” recibirán una bonificación de entre 3 y 4 dólares por tonelada. Este plus en el precio busca estimular a los productores a sumarse a esta normativa medioambiental que la UE a empezado a requerir -y en un futuro cercano exigirá- para el biocombustible importado (Ver Boletín Nº 101 y 107). De acuerdo a lo expresado por las aceiteras -como Vicentin y Oleaginosa Moreno-, se trata de aprovechar la prima de 8 a 10 dólares por tonelada que la UE está pagando por biocombustible considerado sustentable de acuerdo a sus parámetros. Según datos de 2011, ante los escasos cargamentos certificados, la bonificación alcanzó los 40 dólares por tonelada. Al principio se ha ofrecido un plus de 4 dólares más por tonelada de soja comprada, que según el caso puede ser condición fábrica o cámara, pero las empresas creen que el valor de este premio lo pondrá diariamente el mercado. Se espera que a futuro los europeos apliquen esta exigencia a otros productos del complejo, como puede ser del aceite o la harina de soja. Con la aplicación de la Directiva de Energías Renovables 2009/09/CE, los embarques de biocombustibles deben acreditar que toda la cadena de producción cumplió con los requisitos de sustentabilidad ambiental. Desde este año, todos los países miembros de la UE han comenzado a exigir la certificación de sustentabilidad del biocombustible. La Directiva establece como requisitos obligatorios los siguientes puntos: (a) la materia prima (la soja en el caso argentino), debe provenir de tierras que hayan sido agrícolas al 1 de enero de 2008; (b) debe existir una trazabilidad documental entre la soja producida en esos campos y el biodiesel distribuido en Europa; y (c) los biocombustibles deben demostrar un ahorro de emisiones de gases efecto invernadero del 35% en comparación con el combustible fósil que reemplazan. Los productores estarían optando por el esquema de origen francés llamado 2BSvs (Biomass Biofuels Sustainability voluntary scheme), el cual sólo exige de manera obligatoria que los productores demuestren que el campo de dónde proviene la soja era agrícola al 1ro de enero de 2008. Esta situación simplifica en gran medida las auditorías, ya que el cumplimiento con la norma se puede demostrar de manera documental (con imágenes satelitales por ejemplo), no siendo necesario concurrir a los campos para su aprobación. Debe recordarse que se trata de uno de los siete esquemas voluntarios aprobados por la Comisión Europea en julio del año pasado. Leer en pdf »
ARGENTINA – BIOCOMBUSTIBLES
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