De nuevo a la OMC. El pasado 23 de mayo Argentina solicitó la celebración de consultas con la UE en el ámbito de la OMC, sobre ciertas medidas que aplica el bloque y ciertos países Miembros a la importación y comercialización de biodiesel, como así también respecto de medidas de apoyo al sector europeo de biodiesel. Debe recordarse que no es la primera vez que se recurre al sistema de solución de controversias de la OMC por el tema biocombustibles, ya que en agosto de 2012 Argentina realizó una denuncia por restricciones de España al biodiesel. Sin embargo, tras la presentación argentina se distendieron las medidas, y no se avanzó en la querella (Ver Boletín Nº 123). De esta forma, se inicia el proceso de solución de controversias de la OMC, en el cual las partes tienen 60 días para resolver mediante negociaciones su conflicto. En caso de no llegar a un acuerdo, Argentina podrá solicitar la conformación de un Grupo Especial -suerte de tribunal arbitral ad-hoc, conformado por tres expertos en la materia- para que se aboque a la resolución del diferendo. La UE solo puede oponerse en una oportunidad a la conformación del mismo, por lo que de seguir el curso normal, antes de fin de año debería estar integrado el panel. Eventualmente, una vez resuelta, si Argentina obtuviera un fallo favorable, y la UE se resistiera a modificar su legislación, se podrían aplicar represalias. De todas maneras, es un proceso largo, por lo que no se verán resultados en el corto plazo. La denuncia consta de dos partes. En primer lugar, se refiere a las medidas impuestas por Bruselas para el fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, y la introducción de un mecanismo para controlar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). También se cuestionan ciertas medidas para la implementación de tales incentivos en los países del bloque europeo. La segunda parte del caso está relacionada con la adopción en ciertos países (Francia, Italia, Bélgica y Polonia) de disposiciones para, justamente, implementar la normativa europea, así como los esquemas propios de apoyo al sector del biodiésel. Según Argentina, las medidas vulneran, entre otras cosas, varias disposiciones del GATT de 1994 relativas a la no discriminación, el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias, el Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio. La Cancillería argentina ha señalado que esta acción busca lograr que se respete la normativa internacional para que estén garantizadas las condiciones de acceso del biodiesel argentino al mercado europeo en igual de condiciones con otros proveedores. Por su parte, la principal cámara empresaria del sector, CARBIO, ha mostrado su apoyo a la denuncia, esperando que sirva para modificar la postura europea y abrir de nuevo ese mercado a la producción argentina. Para la institución, las regulaciones impuestas por algunos países de la UE ocultan medidas proteccionistas para favorecer a la industria de biocombustibles europea que, salvo algunos casos, es muy ineficiente. Esta controversia se da en un contexto en el cual las exportaciones argentinas al bloque han mermado notablemente y en el cual la Comisión Europea ha resuelto aplicar medidas antidumping al biodiesel de origen argentino (Ver en este boletín “Antidumping al biodiesel”), al tiempo que se espera en los próximos meses la resolución en la investigación sobre supuestos subsidios al sector.
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UE – BIOCOMBUSTIBLES
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