Luego de dos años de arduas negociaciones, que tuvieron lugar en ocho encuentros en Jerusalén, Buenos Aires, Brasilia, Asunción, Ginebra y Montevideo, el Mercosur e Israel firmaron un Tratado de Libre Comercio (TLC). El acuerdo fue rubricado por el viceprimer ministro y ministro de Industria, Comercio y Trabajo de Israel, Eliahu Yishai y los Ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes del Mercosur, el 18 de diciembre pasado. Se trata del primer TLC que el bloque sudamericano subscribe con un país fuera de Latinoamérica. El puntapié inicial para la negociación fue dado en la Cumbre del Mercosur celebrada en diciembre de 2005 en Montevideo, cuando las partes firmaron un Acuerdo Marco de Comercio. Si bien analistas destacan que se trata de un acuerdo de poca trascendencia para el Mercosur, especialmente para la Argentina, dado los escasos volúmenes comerciados en la actualidad, existen un par de elementos que resulta importante destacar. En primer lugar, el acuerdo puede significar una señal importante en el camino a seguir en el relacionamiento externo del Mercosur, de cara a la conclusión de las negociaciones abiertas con la UE, India y SACU, entre otras. En segundo lugar, aunque Israel sea una nación con una población de sólo 7 millones de habitantes, sus 27.000 dólares de ingreso per cápita es propio de naciones desarrolladas y puede hacer de la nación asiática un mercado importante para las exportaciones del bloque sudamericano. Por último, las preferencias adquiridas con el Tratado es probable que incrementen el anémico comercio bilateral al aumentar las ventajas exportadoras del Mercosur, hasta ahora limitadas por los Acuerdos de Libre Comercio que el Estado de Israel posee con la UE y EE.UU., que representan más de dos tercios de su relación comercial con el mundo. En cuanto a la cobertura del acuerdo, negociadores expresan que cubre aproximadamente el 92 % de las importaciones y el 95 % de las exportaciones del Mercosur a Israel. Por otro lado, la liberalización mutua se realizará en diferentes plazos dependiendo del producto. Algunos bienes poseerán ingreso libre de aranceles al momento de entrada en vigor del acuerdo y otros cumplirán calendarios de desgravación de cuatro, ocho y diez años, al cabo de los cuales imperará el libre comercio, con algunas excepciones basadas en cuotas. Además, el tratado incluye normas de origen, medios de solución de controversias, reglas sobre subsidios, salvaguardias y contra el comercio desleal, normas sanitarias y fitosanitarias y procedimientos aduaneros. Para el complejo CERyOL algunas de las concesiones otorgadas por el gobierno israelí son las siguientes: a) una cuota de 50.000 toneladas para trigo, b) una cuota de 10.000 toneladas para harina de trigo, c) una cuota de 200 toneladas para harina de maíz, d) una cuota de 300 toneladas para girasol, e) una preferencia del 40% al cabo de cuatro años para aceite de soja en bruto y refinado, f) una preferencia del 100% al cabo de cuatro años para aceite de maní en bruto, g) una preferencia del 40% al cabo de cuatro años para aceite de girasol en bruto y h) una preferencia del 100% a la entrada en vigor del acuerdo para cebada, soja, maíz y aceite de maíz, que hoy tienen arancel cero. Como se puede apreciar, las ventajas de acceso al mercado israelí que el Mercosur obtendría con el Acuerdo parecen no ser demasiado importantes en el sector de granos y oleaginosas. Esta conclusión se ve reforzada si tenemos en cuenta que Israel no parece ser un país muy proteccionista dentro de este complejo, ya que los aranceles aplicados a esta canasta de productos son bajos independientemente del Tratado en cuestión. El acuerdo entrará en vigor 30 días después de que Paraguay notifique a las partes de que Israel y algún Miembro del Mercosur hayan depositado los instrumentos de ratificación (procedimiento interno de los países para manifestar la aprobación de un tratado internacional y quedar comprometido con el mismo). Leer en pdf »
MERCOSUR – ISRAEL
previous post