La mandataria Dilma Rousseff presentó un plan que busca incrementar la participación de Brasil en el comercio mundial. Al respecto, destacó que la política de exportaciones es fundamental para el crecimiento de cualquier país. Agregó que “la participación activa e intensa en el comercio internacional siempre va a inducir la competitividad, va a estimular la generación de empleos y acelerar el crecimiento”. Por otro lado, Rousseff se distanció de la falsa dicotomía entre mercado interno y externo, afirmando que su gobierno continuará trabajando sobre el consumo interno y la inversión doméstica.
El “Plan Nacional de Exportaciones 2015-2018” busca mejorar la composición de la canasta exportadora, ampliar los países destinos y diversificar entre las regiones brasileras el origen del comercio. Tiene como eje central la interlocución entre los sectores público y privado, tanto para la construcción del documento original como en las etapas de implementación. Se reconoce, además, la importancia de las importaciones dado el avance de las cadenas globales de valor, y la necesidad de contar con insumos esenciales para dar competitividad a la producción.
El documento identifica cinco pilares de acción: acceso a mercados, promoción comercial, facilitación de comercio, financiamiento de las exportaciones, y perfeccionamiento de mecanismos y regímenes tributarios de apoyo a las exportaciones. Para cada pilar, se establecen directrices que confieren lineamientos generales para todo el período 2015-2018, y metas específicas que serán detalladas cada año.
En cuanto a acceso a mercados, se destacan varios objetivos generales: dentro de las negociaciones comerciales, Brasil buscará concluir las negociaciones en curso, anticipar cronogramas en vigor, ampliar los acuerdos ya existentes y lanzar nuevas negociaciones. Por otro lado, se apoyará la implementación del Paquete de Bali y la conclusión de la Ronda de Doha.
Al interior del Mercosur, Brasil actuará para profundizar la integración comercial, con el perfeccionamiento de instrumentos de política comercial y la remoción de barreras al comercio. Por otro lado, se propone iniciar o acelerar negociaciones regionales y extra regionales. Por ejemplo, se buscará establecer una agenda proactiva de relacionamiento comercial con la Unión Europea, EE.UU., China, Rusia, India, Sudáfrica, y países de América Latina, entre otros, en coordinación con los socios del Mercosur cuando corresponda.
Entre las metas concretas fijadas para 2015 en cuanto a negociaciones se incluyen:
- Negociar acuerdos de convergencia regulatoria y de facilitación de comercio con EE.UU.
- Negociar la expansión del acuerdo comercial entre Brasil y México (ver Boletín 147). Se pretende profundizar el actual ACE-53 y adoptar disciplinas en materia de servicios, comercio electrónico, compras gubernamentales, facilitación de comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, barreras técnicas al comercio, propiedad intelectual y coherencia regulatoria, entre otros temas.
- Ampliar los compromisos comerciales de Brasil con países de Latinoamérica, principalmente en servicios y compras gubernamentales.
- Continuar las negociaciones para acelerar los cronogramas de desgravación con Colombia y Perú.
- Liderar esfuerzos para el intercambio de ofertas entre Mercosur y UE en el último trimestre del año.
- Negociar en el ámbito del Mercosur acuerdos con Líbano y Túnez.
- Buscar por medio del Mercosur la profundización de los acuerdos existentes con India y SACU (Unión Aduanera de África Austral).
- Promover la firma de un acuerdo marco Mercosur-SICA (Sistema de la Integración Centroamericana)
- Retomar el diálogo exploratorio Mercosur-Canadá, y Mercosur-AELC (Acuerdo Europeo de Libre Comercio).
- Negociar una profundización del Acuerdo con Cuba, con miras a alcanzar un TLC.
- Actuar en la OMC para concluir la Ronda de Doha.
- Procurar la implementación en Mercosur y otros mecanismos regionales de proyectos piloto de integración productiva y fomento de cadenas regionales de valor.