Ya se realizaron tres rondas de renegociación, proceso en el cual EE.UU., Canadá y México se encuentran redefiniendo el Tratado de Libre Comercio que ya cuenta con 23 años.
Desde el 18 de mayo, fecha en la que por orden de Trump se envió una carta notificando al Congreso la intención de iniciar la renegociación y modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA por sus siglas en inglés), hasta hoy ya se han efectuado tres rondas de negociación.
Esta iniciativa de Estados Unidos está motivada por varias razones. Una de las más importantes es asegurar lo que consideran que sería un comercio verdaderamente justo (fair trade), dado el déficit comercial en el que incurrió con sus socios a partir de este Acuerdo, explicado principalmente por el comercio de la industria automotriz. Asimismo, se mencionan los problemas de acceso a mercado de productos lácteos en Canadá y la brecha salarial que existe entre México y los restantes socios.
En este sentido, la primera ronda de negociación se llevó a cabo el 20 de Agosto en Washington, Estados Unidos, con el fin de sentar las bases y reglas de la conversación, así como los objetivos de las mesas de trabajo y el calendario tentativo de reuniones futuras.
Como se ha mencionado en el Boletín Nº 162 se estima que habrá unas siete rondas de negociación que se celebrarán con intervalos de tres semanas. Con dicho calendario, las conversaciones concluirían a principio de 2018. Dentro de las esferas a negociar se contemplan secciones ya existentes en el actual acuerdo (comercio de bienes y servicios, solución de diferencias) como también cuestiones no incluidas (comercio digital, estándares laborales, obligaciones ambientales).
La segunda ronda tuvo lugar del 1 al 5 de septiembre en la Ciudad de México. Aunque precedida por amenazas de Donald Trump de abandonar el acuerdo, finalmente los Ministros de México, Estados Unidos y Canadá reafirmaron su compromiso de concluir el proceso negociador hacia fin de año. Durante esta ronda se avanzó en temas de salarios, acceso a mercados, inversión, reglas de origen, facilitación de comercio, medio ambiente, comercio digital, Pymes, transparencia, agro y textiles, entre otros.
El tercer encuentro de negociación se realizó en Ottawa, Canadá, del 23 al 27 de septiembre. Allí se alcanzaron importantes avances en facilitación de comercio, competencia, telecomunicaciones, empresas estatales, comercio digital, prácticas regulatorias y temas fronterizos; y se logró completar el Capítulo de PyMEs.
Adicionalmente, se presentaron varias propuestas que, según indicaron referentes mexicanos, irían en contra de sus intereses: EE.UU. circuló una propuesta para llevar a cabo un proceso expedito de investigaciones de dumping y subsidios en productos perecederos. Al respecto, el Secretario de Economía de México, Ildefondo Guajardo, señaló que se trataba de una propuesta violatoria de las leyes de la Organización Mundial del Comercio (OMC), dado que esta medida solo se aplicaría a productos agrícolas exportados a EE.UU. en perjuicio de las exportaciones mexicanas.
Otra propuesta de EE.UU. pretende limitar las exportaciones agrícolas mexicanas por estacionalidad. Este reclamo está originado en las presiones de los productores de fresa de Florida y de arándanos de Georgia, que piden que el acceso de los productos mexicanos a ese mercado sea en las temporadas del año que no coincidan con sus cosechas. Para defenderse de esta propuesta, México podría apelar a la importación de piernas y muslos de pollo y de carne de cerdo desde Estados Unidos ya que estas están en revisión por posibles prácticas de dumping.
La cuarta ronda se llevará a cabo entre el 11 y el 15 de octubre en Washington. En dicha ocasión se espera cerrar un acuerdo en materia de Competencia y que la delegación estadounidense empiece a poner sus cartas sobre la mesa en cuestiones que se presumen más complejas, como la normativa laboral, las reglas de origen o el capítulo de solución de controversias. Sobre este último, Estados Unidos tiene la intención de eliminarlo ya que generalmente ha sido perjudicado por este mecanismo y pretende que estas diferencias se resuelvan a través de los sistemas judiciales nacionales.
Los tres países fijaron el 31 de enero del año que viene como fecha límite para culminar el acuerdo antes de las elecciones presidenciales en México, aunque se debería tomar con cautela dada la lentitud con la que las negociaciones se están llevando.