México y la UE acordaron un nuevo Acuerdo Global más amplio y moderno, que reemplazará al existente. No obstante, aún falta definir algunos detalles técnicos. Se prevé que para fines de 2018 estaría disponible el texto final, para luego pasar a revisión legal y traducciones.
En medio de la renegociación del NAFTA, las negociaciones Mercosur – UE y la guerra comercial que se desató recientemente entre EE.UU. y China, México y la Unión Europea envían una señal a favor de la liberalización comercial y la integración anunciando la actualización y modernización del Acuerdo Global.
El 21 de abril de 2018 la Unión Europea y México alcanzaron un nuevo acuerdo comercial más amplio y moderno, que reemplazará al Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación o Acuerdo Global entre la UE y México, firmado en 1997, y que se encuentra en vigor desde el 2000. Dicho instrumento abordaba el diálogo político, las relaciones comerciales y la cooperación entre ambos. Posteriormente, las disposiciones comerciales del Acuerdo Global se convirtieron en un Acuerdo de Libre Comercio que abarcó el comercio de bienes y de servicios (en vigor desde octubre de 2000 y 2001, respectivamente).
Las negociaciones para la actualización habían comenzado en mayo de 2016 y culminaron el pasado 21 de abril. No obstante, aún resta cerrar algunos detalles técnicos que serán abordados por los negociadores durante este año. El texto legal estaría finalizado antes de fin de año y luego, se procedería a la revisión legal y traducciones, para someterse a aprobación de los respectivos parlamentos.
El Acuerdo establece el marco para las relaciones bilaterales, cubriendo temas que van más allá del comercio, como asuntos políticos, de cambio climático y derechos humanos. Incluye procedimientos aduaneros más simples y reglas progresivas sobre el desarrollo sostenible. Según informaron desde la propia UE, con el nuevo Acuerdo prácticamente todo el comercio de bienes estará libre de aranceles, incluso el sector agrícola. Asimismo, abre el comercio de servicios (financieros, de transporte, comercio electrónico y telecomunicaciones), incorporando un nuevo capítulo sobre comercio digital.
Incluye un capítulo integral de comercio y desarrollo sostenible, que establece los más altos estándares de protección laboral, de seguridad, ambiental y del consumidor. Entre otras cosas, se comprometen a implementar de manera efectiva sus obligaciones en virtud del Acuerdo de París sobre cambio climático. El acuerdo también incluye una referencia explícita al principio precautorio, tan criticado en las negociaciones con Mercosur, por permitir la aplicación de medidas ante sospechas de riesgo para la salud pública o medio ambiente, sin necesidad de presentar evidencia científica.
Diversas autoridades europeas señalaron que con este acuerdo, México se suma a otros países (como Canadá, Japón y Singapur) en la creciente lista de socios dispuestos a trabajar con la UE en la defensa de un comercio abierto, justo y basado en reglas. En particular, el Comisario de Agricultura, Phil Hogan, indicó que el acuerdo es muy positivo para el sector agroalimentario europeo ya que crea nuevas oportunidades de exportación de alimentos y bebidas de alta calidad, lo que implica más puestos de trabajo y crecimiento de zonas rurales.
De acuerdo al comunicado de prensa, los exportadores agrícolas europeos se beneficiarán de acceso preferencial para aves, quesos, lácteos, chocolate, pastas, carne de cerdo, como también de la protección de indicaciones geográficas de alimentos y bebidas.