El comercio internacional continuará con una lenta recuperación, después de tres años de débil expansión. Según la Secretaría de la OMC, el crecimiento del volumen de los intercambios mundiales de mercancías se acelerará ligeramente durante los próximos dos años, pasando de 2,8% en 2014 a 3,3% en 2015 y 4,0% en 2016. Estas tasas se encuentran todavía muy por debajo del crecimiento promedio del 5,1% registrado desde 1990, y del 6% promedio anterior a la crisis.
Con el moderado incremento de 2014, el comercio presenta un crecimiento inferior al 3% por tercer año consecutivo. Entre 2012 y 2014 los intercambios crecieron solo el 2,4% por término medio, el ritmo más lento registrado en un trienio en el que hubo expansión del comercio.
Las exportaciones de los países en desarrollo aumentaron más rápidamente que las de los países desarrollados el año pasado, un 3,3% frente a un 2,2%. En cambio, sus importaciones crecieron más despacio, un 2,0% en comparación con el 3,2%, según el comunicado de la OMC.
En este sentido, el director general del organismo, Roberto Azevêdo, manifestó que el desempeño del comercio en los últimos años ha sido “decepcionante, debido en gran medida a la prolongada atonía del crecimiento del PIB mundial después de la crisis financiera”. Por este motivo, exhortó a los gobiernos a eliminar las medidas proteccionistas y mejorar el acceso a los mercados.
Varios factores contribuyeron a la desaceleración del comercio y la producción, entre ellos un crecimiento más lento del PIB en las economías emergentes, la desigual recuperación en los países desarrollados y las crecientes tensiones geopolíticas en Ucrania, Medio Oriente y África Occidental. Las acusadas fluctuaciones de los tipos de cambio, incluida la apreciación del dólar, han complicado aún más la situación. Por otra parte, la caída de los precios del petróleo en 2014 y la debilidad de las cotizaciones del resto de los productos básicos incidieron negativamente en los ingresos de exportación y redujeron la demanda de importaciones en los países exportadores, aunque también impulsaron los ingresos reales y las importaciones de los países importadores.
En términos de valor, el comercio registró un estancamiento en 2014, mientras que las exportaciones aumentaron tan solo un 0,7%, cifrándose en 18,95 billones de dólares, lo que refleja una disminución de los precios. Esta caída afectó especialmente a las regiones exportadoras de recursos naturales. El valor de las exportaciones de América del Sur disminuyó un 6%.
Respecto del futuro, la OMC reconoció un sesgo por exceso en sus recientes previsiones sobre el comercio, atribuido a la exageración sistemática desde la crisis financiera de 2008-2009 de las proyecciones del PBI realizadas por distintas organizaciones internacionales.
De esta manera, aunque estudios recientes sobre la actividad y la confianza de las empresas señalan un afianzamiento de la recuperación económica en la UE, un crecimiento limitado en EE.UU. y una actividad moderada en determinadas economías emergentes, en especial Brasil y Rusia; los economistas de la OMC advirtieron sobre la existencia de varios factores de riesgo. Los principales son la divergencia entre las políticas monetarias de EE.UU. y la zona del euro, el reavivamiento de la crisis de la deuda europea y una desaceleración mayor de la esperada en los mercados emergentes.
Para este año se prevé que las exportaciones de las economías en desarrollo aumenten en un 3,6%, y sus importaciones en un 3,7%. En cuanto a las economías desarrolladas, se espera un incremento del 3,2% tanto de sus ventas como de sus compras.
Asia debería ser la región con mayor actividad exportadora (5,0%), seguida de cerca por América del Norte (4,5%). El crecimiento más débil de las ventas se registrará en América del Sur (0,2%) y otras regiones (-0,6%).
En América del Norte y Asia las importaciones deberían aumentar alrededor del 5% en 2015, mientras que en Europa el crecimiento de las importaciones será inferior al 3%. En contraste, se prevé que en América del Sur y otras regiones se registren descensos. Para China, se espera que la demanda de importaciones se estabilice en lugar de seguir acelerándose.
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Un aspecto a destacar es que, al menos a corto plazo, la expansión del comercio ya no sobrepasará ampliamente el crecimiento económico general, como venía sucediendo desde hacía décadas (relación 2 a 1). El aumento del comercio mundial en 2014 superó escasamente el incremento del PIB mundial de ese año y, según las previsiones, el crecimiento del comercio en 2015 y 2016 rebasará solo por un pequeño margen el aumento de la producción.
Estos hechos llevan a pensar que en la ralentización del comercio ha intervenido una combinación de factores estructurales y cíclicos. Por lo tanto, si bien la OMC prevé un crecimiento lento del comercio para los próximos años, no descarta un retorno a un ritmo de crecimiento más rápido en fecha posterior. No obstante, desde el FMI alertan sobre un sendero mediocre de expansión del producto bruto mundial, con un menor crecimiento en los países en desarrollo. Se espera que los grandes acuerdos comerciales en negociación contribuyan a devolver al producto y el comercio mundial el dinamismo perdido.