El ERAMA (Escenario de Referencia Agroindustrial Mundial y Argentino) se trata de un escenario a 10 años para el sector agroindustrial en Argentina. Constituye una visión de largo plazo sobre los niveles de comercio internacional, producción, consumo y exportaciones, elaborada a través de la utilización del modelo de simulación PEATSim-Ar.
Contexto
La frágil recuperación de la economía en 2021 luego de la pandemia de COVID-19 enfrentó una desaceleración en 2022 debido a nuevos brotes en China y subsecuentes confinamientos para mitigar el contagio, así como los efectos derivados del conflicto militar en el Mar Negro. La última actualización del Outlook del FMI prevé un menor ritmo de crecimiento que en la edición de abril.
Aún considerando esta desaceleración, el organismo advierte que los fenómenos que hoy se perciben como riesgos, de materializarse empujarían aún más las previsiones hacia abajo “de manera abrumadora” (IMF, 2022). Sin embargo, asignar probabilidades a estos fenómenos es especialmente difícil dado que dependen, además de factores económicos, de cuestiones geopolíticas.
La reciente invasión rusa sobre el territorio ucraniano se manifestó en, al menos, tres focos de incertidumbre para los mercados de cereales y oleaginosas. En primer lugar, un bloqueo total de las exportaciones de Ucrania y numerosas sanciones económicas del occidente sobre la economía rusa que afectaron vigorosamente el nivel de exportaciones de ambos países y, en consecuencia, la oferta mundial de cereales y oleaginosas. A su vez, también repercutió indirectamente a través de incrementos del precio de gas natural, insumo esencial para producir fertilizantes nitrogenados como la urea.
Segundo, la guerra viene afectando todas las actividades económicas de Ucrania, el sector agropecuario no es ajeno al conflicto donde la destrucción de capital, infraestructura logística clave para la comercialización sumada la falta de instrumentos financieros está agravando la situación de los productores.
Tercero, y debido a todo esto, se observó un aumento sostenido de los precios de los cereales y oleaginosas, poniendo el riesgo la seguridad alimentaria y la recuperación económica mundial luego de la pandemia. Tras el comienzo de la invasión, los precios de los principales granos alcanzaron sus niveles máximos históricos.
Con el fin de atenuar la crisis, se firmó el acuerdo entre ambos países, teniendo como mediadores a Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el fin de facilitar la exportación de granos y fertilizantes desde el Mar Negro. A su vez, Rusia firmó con la ONU un memorando para contribuir a la exportación de fertilizantes y producción agrícola rusos a los mercados internacionales.
En los últimos meses, los niveles de precios mostraron retrocesos, aunque permanecen en niveles relativamente elevados, además de que se espera que la volatilidad continúe elevada.
Más allá de los factores internacionales, Argentina enfrenta sus propios focos de riesgo vinculados fundamentalmente a presiones cambiarias e inflacionarias. Ello hace relevante considerar, por ejemplo, escenarios en los que se elevan los derechos de exportación, o bien que endurecen el esquema de volumen de equilibrio, afectando las exportaciones de cereales.
Supuestos
Infraestructura: Las inversiones en infraestructura física (capacidad de almacenaje, matriz de transporte, etc.) se asumen acomodaticias. Estrictamente, el supuesto es que los costos de transporte y almacenamiento se mantendrán iguales a los observados en promedio en el período base, en términos reales. Básicamente, esto implica que la infraestructura se deberá amoldar para evitar que un mayor grado de congestión impulse al alza a estos costos reales.
Rendimientos: Los rendimientos por hectárea de los cultivos están contemplados de dos maneras. Por un lado, existe un componente tendencial, que evoluciona en el tiempo según su propia dinámica. Por el otro, las cifras varían a partir de los precios calculados internamente en el modelo. La explicación a este último componente es que, mejores precios permiten la aplicación de tecnologías que mejoran la productividad. En el escenario de referencia, sin embargo, la mayor parte de los cambios en rendimientos surgen del componente tendencial, estimado tanto a partir de datos históricos como de información de expertos.
Un componente importante de los rendimientos históricos es explicado por eventos puntuales, tales como brotes de enfermedades animales o vegetales, o por condiciones meteorológicas. En este sentido, para los períodos proyectados del modelo se asumen condiciones promedio.
Políticas: Para el caso de Argentina se contemplan las modificaciones adoptadas hasta agosto de 2022. Dado que se mantiene el supuesto de ceteris paribus, fuera de cualquier cambio explícitamente mencionado, se asume que persisten a futuro tanto las actuales políticas agropecuarias y de comercio exterior de Argentina, así como la de los demás países contemplados en el modelo.
Cabe aclarar que esto no significa que no se esperan cambios para los próximos 10 años, sino que se supone que no existirán con el objetivo de construir un escenario que sirva de referencia para evaluar el impacto que tendrán dichos escenarios alternativos, donde efectivamente sí se incluyan modificaciones en estas políticas.
Datos: Las cifras correspondientes hasta la campaña 2021/2022 son tomadas como dadas (no se generan mediante la simulación en el modelo), y provienen de diversas fuentes. Los precios de base fueron tomados de las cotizaciones de referencia internacional de commodities publicados por el Banco Mundial y la FAO, además de datos de precios FOB del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGYP). La información de cantidades proviene de los balances de Producción, Suministro y Distribución (PSD) elaborados por el USDA para la mayoría de los países y productos, aunque también se tomó información de OCDE-FAO. Para Argentina, la información de cantidades proviene de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, MAGYP, INDEC y USDA.
Debe tenerse en cuenta que, los datos correspondientes a la campaña 2021/2022 son estimaciones preliminares y no como cifras definitivas. Ello se debe a que, al momento de la elaboración del presente ERAMA, la información de base no necesariamente se encontraba consolidada. Esto, sin embargo, no debería afectar la interpretación de los resultados, dado que se pretende establecer una línea de referencia a largo plazo.
Escenarios
ERAMA: Escenario continuación. Se asume que el acuerdo en el Mar Negro sigue en pie, pero el área de Ucrania mantiene un shock negativo de 25% por tres años. Evolución del crecimiento del PBI según Outlook FMI. Tipos de cambio real constante. Sin cambios en políticas argentinas.
China: China mantiene sus niveles de importaciones de maíz en 20 millones de toneladas, en lugar de retornar gradualmente a su cuota de 7,2 mill. Ton como ocurre en el ERAMA.
Desaceleración: Recuperación más rápida de la producción en Ucrania (2023/2024) sumado a un menor ritmo de crecimiento de la demanda mundial (-2 punto porcentuales en crecimiento para todo el periodo, más 15% de incremento en el precio de petróleo).
Alcista: Se extiende el conflicto y la baja productividad en Ucrania. Además, China mantiene las compras de maíz en 20 mill. de ton.
Dexrex: Los derechos de exportación de los cereales se llevan a los máximos permitidos por la Ley 27.541 (15%) para los cereales y el girasol, como posibles respuestas a una incrementada necesidad de financiamiento por parte del gobierno producto de la crisis. Además, se aplican restricciones cuantitativas a las exportaciones de maíz y trigo con características similares a las que tuvieron lugar hasta 2015.
Gaps: Cierre de brechas de productividad entre productores de nivel tecnológico Alto, Medio y Bajo, utilizando información de RETAA. Para más detalles ver Bolsa de Cereales (2020).
Acceder a los resultados: