A mediados de octubre pasado el Partido Comunista Chino (PCC) aprobó un paquete de reformas agrarias. Entre los objetivos perseguidos se encuentra mejorar el nivel de vida de los campesinos para igualarlo con el desarrollo urbano, asegurar el autoabastecimiento rural, ampliar la demanda y la oferta internas, y contrarrestar los efectos de la crisis financiera mundial. La reforma agraria permitirá a los campesinos vender y alquilar sus derechos sobre la tierra. Debe recordarse que en 1978 China adoptó una política de propiedad colectiva de la tierra, según la cual los pueblos asumían la propiedad mientras que los arrendatarios la gestionaban a pequeña escala a través de contratos. Con las medidas implementadas se permitiría la producción a gran escala, mejorando la productividad de la agricultura china. Asimismo, se han fijado directrices tendientes a establecer un sistema financiero rural moderno, con el objetivo de promover la economía rural del país. Entre las propuestas salientes se destacan la necesidad del otorgamiento de más créditos, la creación de fondos de inversión social y la creación de instituciones financieras rurales de nuevo tipo. Leer en pdf »