La Comisión Europea advierte que de no haber movimientos por parte del bloque sudamericano sería difícil avanzar hacia un acuerdo equilibrado y ambicioso.
Entre el 24 y 27 de abril se llevó a cabo una nueva ronda de negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea en Bruselas. Si bien no se trató de un encuentro formal del Comité de Negociaciones Birregionales, se desarrollaron reuniones a nivel técnico para avanzar en los asuntos pendientes.
Entre los temas (más sensibles) que aún restarían solucionar se encuentran: el acceso al mercado europeo de productos agrícolas del Mercosur (principalmente se ha mencionado carne bovina, azúcar, etanol, arroz), el acceso al mercado del Mercosur del sector automotriz europeo, cuestiones de propiedad intelectual como patentes de medicamentos o indicaciones geográficas de productos agrícolas (lácteos y vinos u otros espumantes entre los más afectados para Argentina), entre otros.
Pese a las expectativas de ambos bloques, la reunión no produjo avances significativos y tampoco se fijó fecha para nuevo encuentro. El Canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, había manifestado previo al encuentro que durante el mismo se procuraría cerrar las negociaciones para proceder a la posterior suscripción del Acuerdo Birregional en Asunción.
Por su parte, la Comisaria Europea de Comercio, Cecilia Malmström, en conferencia de prensa del 18 de abril en Estrasburgo, se había expresado optimista ante la posibilidad de cerrar un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) entre ambos bloques aunque admitió que aún quedaba mucho trabajo por hacer y que el acuerdo debía ser de alta calidad para poder ser aprobado por la UE.
Según trascendió una vez finalizado el encuentro, la Comisión Europea ha advertido al Mercosur que sin «ningún movimiento» de su parte en los asuntos pendientes será «difícil» avanzar hacia un Acuerdo comercial «equilibrado y ambicioso» como se propone la UE. De acuerdo al portavoz de la Comisión, Daniel Rosario, los negociadores de ambas partes tuvieron conversaciones «útiles», en las que debatieron asuntos que aún permanecen sin solución como los ya mencionados (acceso al mercado de los sectores automotriz y lácteo, servicios marítimos e indicaciones geográficas protegidas).
Las voces a favor y en contra del Acuerdo UE-Mercosur no pasan inadvertidas. El propio presidente Macri había declarado durante una visita de su par español, Mariano Rajoy, que nunca se estuvo tan cerca como ahora de cerrar un ALC entre ambos bloques.
Sin embargo, a la resistencia del sector agrícola de Francia e Irlanda, se ha sumado el sector hortofrutícola español, que ha expresado recientemente su descontento con el avance de las negociaciones. La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) presentó datos del creciente déficit comercial con el Mercosur en 2017.
Por su parte, el Comisario Europeo de Agricultura, Phil Hogan, insistió en que no habrá acuerdo con Mercosur a menos que se cumplan estándares sanitarios rigurosos y que se alcance un buen acuerdo sanitario y fitosanitario, agregando que necesitaban ver movimientos en muchas de las demandas formuladas en el marco de las negociaciones.
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