Entre finales de septiembre y principios de octubre tuvo lugar una reunión de dos semanas, celebrada en Bangkok, en el marco de la preparación de la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático, a realizarse en diciembre. Los negociadores se volverán a reunir en noviembre próximo en la ciudad española de Barcelona. El secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Yvo de Boer, señaló que durante las negociaciones las delegaciones eludieron adoptar las decisiones políticas más duras, aunque se avanzó en aspectos técnicos del texto a presentarse en la Cumbre. El mayor punto de estancamiento radica en relación al endurecimiento de los compromisos de las naciones ricas para recortar las emisiones para el 2020, como así también respecto a los fondos para ayudar a los países pobres a adaptarse a los impactos del cambio climático, invertir en energía limpia y hacer un buen uso del dinero. Durante la reunión, China y un funcionario de alto rango del G77 acusaron a las naciones ricas de intentar acabar con el Protocolo de Kyoto, a fin de poder negociar un acuerdo menos ambicioso. Por otra parte, China expresó que ya ha puesto en marcha un programa de reducción de emisiones, con el que espera lograr una disminución “notable” de gases contaminantes para el año 2020. Su principal apuesta seria por las energías renovables para impulsar el crecimiento económico del país.
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CUMBRE DE CAMBIO CLIMÁTICO
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