Un grupo de 23 países, entre ellos Argentina, emitió una declaración conjunta donde se muestra predisposición a considerar aumentos en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En materia de cambio climático, un grupo de 23 países emitió una declaración conjunta donde se muestra predisposición a considerar aumentos en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Entre sus signatarios hay una variopinta una gama de países de diferentes regiones del mundo y diferentes niveles de desarrollo económico. Incluye Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Etiopía, Fiji, Finlandia, Francia, Alemania, Maldivas, Islas Marshall, México, Mónaco, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Ruanda, Santa Lucía, España, Suecia y el Reino Unido.
Téngase presente que según el Acuerdo de París, todos los países han hecho compromisos climáticos, conocidos como Contribuciones Previstas y Determinadas Nacionalmente (INDCs, por sus siglas en inglés) para mantener colectivamente el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales. Esto incluye lo llevado a cabo ya sea para reducir las emisiones de GEIs (acciones de mitigación) o para adaptarse a los impactos producidos por ese fenómeno (acciones de adaptación).
Los países con metas hacia 2025 deben presentar nuevas promesas de contribuciones para 2020, mientras que aquellos con objetivos para 2030 deben hacerlo a 2025. En el mientras tanto, cualquier país puede presentar una nueva propuesta, siempre que sea más ambiciosa que la anterior. Este ha sido el caso de Argentina, país que presentó el 1° de octubre de 2015 su INDC. Esta establecía una reducción del 15% incondicional –por sus propios medios- y una del 30% condicional –sujeto a financiamiento internacional y transferencia de tecnología-. Y luego, a partir de los logros alcanzados durante la vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP 21), en particular el Acuerdo de París, se tomó la decisión de realizar un primer esfuerzo de revisión de sus contribuciones.
Como resultado de la revisión de la INDC de 2015, Argentina ha mejorado su contribución planificando medidas de mitigación incondicionales que logran bajar su meta al 2030 de 570 a 483 millones de tCO2eq. La diferencia de 87 millones tCO2eq se basa en dos aspectos principales: 79 millones tCO2eq por el cambio a metodología IPCC 2006 (evitando la sobreestimación de las emisiones agrícolas) y otros 8 millones tCO2eq de reducción adicionales por la revisión de más de 50 medidas incondicionales y la incorporación de nuevas medidas más ambiciosas. Estas medidas se tomaran a lo largo de la economía, focalizando en los sectores de energía, agricultura, bosques, transporte, industria y residuos. De esta forma Argentina planea reducir hacia 2030 un 18% de manera incondicional y un 37% de manera condicional.
Volviendo a la denominada “Declaración de Ambición» los signatarios se han comprometido a explorar las posibilidades de aumentar su ambición en el futuro. En ese sentido cabe preguntarse cuáles serían los sectores en los que Argentina podría avanzar, sobre todo teniendo presente que aún resta presentar los planes sectoriales del cambio climático correspondientes a Industria, Agricultura y Ganadería e Infraestructura y Territorio.
En este sentido ha estado trabajando la UE, que busca aumentar su objetivo de reducción de emisiones para el año 2030. Actualmente posee un compromisorio por el cual planea a reducir las emisiones GEI al menos un 40% por debajo de los niveles de 1990 para 2030. Sin embargo, en base a los nuevos y mayores objetivos para 2030 sobre energía renovable y eficiencia energética, podría lograr recortes de emisiones más profundos. Según Miguel Arias Cañete, Comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, la UE estaría en condiciones de elevar el nivel de ambición de su INDC e incrementar su objetivo de reducción hasta el 45%.