¿Puede caer el precio internacional de la soja?* Es frecuente escuchar diversas preguntas y comentarios referidos a la caída posible del precio internacional de la soja, partiendo del conocimiento sobre el papel central que los productos de este complejo ocupan en la producción, exportaciones y recaudación fiscal. Una de esas preguntas suele referirse a los efectos que podría tener una disminución en la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) de la China. Quizás por conocerse la importancia de los aumentos de producción en los principales países productores del grano de soja, la importancia de esta variable se toma como un hecho. Utilizando el modelo cuantitativo PEATSim – Ar, que la Fundación INAI y sus instituciones socias utilizan para numerosos análisis, los autores evaluaron la importancia que tendrían para el precio internacional del grano de soja cambios en algunas de las variables, principalmente las referidas a modificaciones en algunos PBI. Un primer análisis que el INAI realizó es plantearse qué podría ocurrir con la producción, consumo, importaciones, exportaciones, existencias, precios internacionales y nacionales para los 40 productos y 21 países/regiones que forman parte de esta herramienta de análisis para la campaña 2021/22 partiendo de la idea que las condiciones actuales prevalecieran hasta ese momento. Se supusieron tasas de crecimiento del PIB mundiales para el 2013, 2014 y 2015 en adelante del 4,5%, 4,7% y 4,8%. Para el caso de la China se supusieron tasas de aumento del PIB del 9,5% desde 2013 hasta 2021 y para India del 8,1%. Los datos y resultados de este ejercicio pueden verse en www.inai.org.ar bajo el nombre de ERAMA 21. Si bien el Escenario de Referencia Agroindustrial Mundial y Argentino al 2021 contiene una enorme cantidad de datos, para el caso hipotético de que se cumplieran las tendencias actuales para el futuro, incluso el mantenimiento de las políticas vigentes del Gobierno argentino, el precio real del poroto de soja tendería a subir un 16,7% para la totalidad del lapso comprendido entre 2012/13 y 2021/22. Los autores se preguntaron en cuánto debería caer el crecimiento económico mundial para que el precio internacional de la soja no subiese hacia el 2021/22. La respuesta fue que la tasa de crecimiento del PBI debería subir un 55% menos que el supuesto que se adoptó para el ERAMA 21, que se mencionó en el tercer párrafo de este artículo. Luego se preguntaron ¿qué pasaría si el crecimiento de la China se redujese drásticamente, por ejemplo el mismo 55%, dejando todo el resto con las mismas tendencias del escenario continuación? Sorprendentemente el precio internacional de la soja seguiría creciendo también aunque un 10%, no un 17% como en el escenario continuación. ¿Y qué sucedería si fuese el PIB de la India el que cayese el 55%? Pues el precio de la soja crecería un 15% hacia el 2021/22. La diferencia principal entre el resultado para la China y la India radica en que la tasa esperada de crecimiento poblacional porcentual de la India es muy superior al de la China. Por otro lado, hay que advertir que estas simulaciones constituyen una simplificación de la realidad porque si cualquiera de los dos países creciera tanto menos afectaría también el crecimiento de los otros países. Sin embargo, el precio de la soja seguiría creciendo aún con reducciones severas en las tasas de crecimiento de alguno de los dos países. Resulta más sorprendente aún que la sensibilidad del precio internacional de la soja es mayor a las modificaciones en los consumos obligatorios de bioetanol y biodiesel para mezclar con la nafta y el diesel procedente de fósiles que a las modificaciones en los PBI de la China o de la India. Si llegasen a reducirse tales mandatos en un 50%, y supusiéramos una reducción simultánea de las producciones de ambos biocarburantes en un 50% el precio de la soja aumentaría hacia el 2021/22 en un 7% con respecto a la base 2011/12. En otras palabras, importan lo mismo o más al precio internacional de la soja los mandatos para el consumo de bioetanol y biodiesel que la tasa de crecimiento de la China. La conclusión final es que el avance del precio internacional de la soja tiene fundamentos muy sólidos en los crecimientos de los PIB, de la población mundial y de los mandatos referidos a biocombustibles, entre otras variables. Podrían hacerse análisis de sensibilidad también para otras variables como impactos de nuevos eventos transgénicos, etc. pero por hoy es suficiente: el precio de la soja tiene fundamentos sólidos. Ernesto S. Liboreiro y Ariel Nicolás Jorge Economistas de Fundación INAI * Una versión resumida del mismo fue publicada el día 1 de abril de 20112, en el diario La Capital, de Rosario. Leer en pdf »