Puntapié inicial para las negociaciones transatlánticas. Entre los pasados 8 y 12 de julio representantes de Estados Unidos y la Unión Europea se reunieron en Washington para celebrar la primera ronda negociadora del futuro Acuerdo de Asociación Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés). Las conversaciones, que se desarrollaron en el marco de la disputa diplomática relacionada con las acusaciones de espionaje norteamericano, arrojaron “resultados positivos”. En su discurso de apertura, el representante Comercial de EE.UU., Michael Froman, señaló que el TTIP es una gran oportunidad para complementar una de las mayores alianzas de todos los tiempos a través del impulso de la relación económica bilateral, que promueva el crecimiento y genere un aumento significativo del empleo. “Tenemos la oportunidad de trabajar juntos para establecer y hacer cumplir normas y estándares internacionales que fortalecerán el sistema multilateral de comercio basado en reglas”, agregó. Las partes dedicaron este primer encuentro a estructurar el trabajo futuro, a dar a conocer sus prioridades y encontrar probables áreas de convergencia, sin discutir disciplinas específicas. En el sitio web de la Comisión Europea (CE) pueden consultarse los documentos de posición presentados por Bruselas sobre disposiciones reglamentarias, barreras técnicas al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, compras públicas, materias primas y energía y comercio y desarrollo sostenible. El negociador jefe europeo, Ignacio García Bercero, indicó que se tuvieron discusiones sobre el nivel de ambición que se buscará en los diferentes temas a cubrir con el acuerdo, lo que allana el camino para una buena segunda ronda de conversaciones. Por su parte, el negociador estadounidense Dan Mullaney señaló que los temas relacionados con el comercio agrícola ocuparon un “tiempo considerable” de los debates, principalmente las preocupaciones sobre barreras no arancelarias. Posteriormente, el 17 de julio el embajador Froman se reunió con el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, con quien discutió el potencial del TTIP en las áreas de propiedad intelectual, contratación pública y servicios financieros. Sobre este último, Froman destacó que su gobierno apoya la inclusión de los temas de acceso a mercados financieros en la negociación. A su turno, Barnier expresó que para que el acuerdo se haga realidad deben cumplirse dos condiciones. La primera es ser lo suficientemente ambiciosos para construir un verdadero mercado transatlántico, que involucre la eliminación de barreras y establezca estándares conjuntos relacionados con el comercio, las inversiones, los servicios, las compras públicas, la propiedad intelectual y los mercados financieros. La segunda, es construir lazos políticos cada vez más cercanos, basados en la confianza mutua. La próxima ronda negociadora se realizará en octubre en Bruselas. La intención es tener un borrador de acuerdo en 2014, previo a las elecciones de mitad de término en EE.UU. y el final del mandato de la actual Comisión Europea (CE). El tratado tiene por objeto eliminar las restricciones al comercio y la inversión, a través de la reducción de los aranceles y las barreras no arancelarias bilaterales, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo. Un estudio de la CE ha sugerido que el acuerdo, una vez completado, puede añadir 119 y 95 mil millones de euros anuales a la economía de EE.UU. y la UE, respectivamente. Debe notarse, que la UE también se encuentra negociando un tratado comercial con Canadá, quien es parte junto con EE.UU. y México del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).
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TLC UE – EE.UU.
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