Perspectivas de OCDE y FAO. La OCDE y FAO han publicado una nueva edición de su informe de Perspectivas Agrícolas para 2013-2022. En ese periodo, esperan que la producción agrícola mundial crezca a un 1,5% anual en promedio, cifra inferior al 2,1% observado en la década anterior. Ello ocurriría por la menor posibilidad de expansión de área, crecientes costos de producción, restricciones ambientales y de recursos, y en algunos casos baja inversión en investigación y desarrollo. Dado que la demanda se mantendría firme, el estudio prevé que los precios internacionales continuarían en niveles elevados en relación a la década anterior. Por otro lado, argumenta que la agricultura ha pasado de ser un sector orientado por las políticas a uno que reacciona a los estímulos del mercado. De esa forma, hoy permite a los países en desarrollo oportunidades de inversión y beneficios económicos. De acuerdo con el informe existen factores de incertidumbre vinculados principalmente a los bajos inventarios, que se traducirían en elevada volatilidad de precios. Estiman que una sequía como la de 2012 podría elevar los precios internacionales entre 15% y 40%. El documento incluye un capítulo especial sobre China, que se mantendría autosuficiente en los principales productos, pero con un crecimiento de la producción en desaceleración. Sus importaciones de oleaginosas crecerían 40% en 10 años, representando un 59% del comercio mundial. Asimismo, sus importaciones de granos forrajeros crecerían debido a la expansión de los sectores cárnico y lácteo. En cuanto a lo que ocurriría en Argentina, OCDE y FAO estiman que la producción a 2022/2023 rondaría los 131 millones de toneladas: 15,7 millones de trigo, 1,3 de arroz, 40,7 de granos forrajeros, y 73,6 de oleaginosas. Las exportaciones de harinas proteicas alcanzarían los 38,4 millones de toneladas y las de aceites 7,6 millones.
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