Estados Unidos y Brasil alcanzaron un nuevo arreglo sobre el algodón, que pondría fin a una de las disputas de más larga data de la OMC. Se trata de un acuerdo por el que se establece el pago de hasta US$ 300 millones para desarrollar diversas actividades en el sector del algodón de Brasil, excepto el financiamiento de la siembra del mismo. También dispone que EE.UU. modifique su programa de crédito de garantía a la exportación (GSM-102), lo que en la práctica implica disminuir el tiempo dado a sus productores para el pago de los préstamos a los exportadores a la mitad, actualmente de 36 meses, así como aumentar las tasas de interés aplicadas en tales programas.
Por su lado, Brasil se comprometió a terminar la disputa en la OMC, renunciando a aplicar contramedidas. Brasil también ha acordado no iniciar nuevas acciones en la OMC en contra de los programas de apoyo de algodón de EE.UU., mientras que la actual Ley Agrícola estadounidense esté en vigor o en contra del programa GSM-102, siempre y cuando el mismo se maneje de acuerdo con los términos acordados.
En cumplimiento con lo acordado, el presidente Barack Obama envió a mediados de octubre una solicitud al Congreso para revisar el presupuesto del año 2015 relacionado a la materia y así aumentarlo en US$ 300 millones, en conformidad con el acuerdo logrado con Brasil.
El acuerdo alcanzado se produce casi un año después de que la administración estadounidense haya suspendido el pago anual de US$ 147,3 millones para Instituto Brasileño Algodón (IBA), compromiso que había asumido en la última ronda de negociaciones.
Desde 2002, el gobierno brasileño viene sosteniendo que el programa estadounidense para apoyar la producción de algodón es incompatible con las normas de la OMC. En 2009, la decisión del Órgano de Solución de Diferencias concedió a Brasilia el derecho de imponer represalias comerciales de hasta US$ 829 millones, por lo que Washington se comprometió a compensar a los productores brasileños, transfiriendo los recursos al IBA. Después de casi tres años el arreglo fue suspendido tras la aprobación de la nueva Ley Agrícola en 2012, dando inicio a una nueva serie de negociaciones que culminaron con este acuerdo.