De acuerdo al último informe sobre Políticas Agrícolas elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los subsidios a los agricultores otorgados por los países desarrollados han experimentado un crecimiento durante el año 2009. La OCDE señaló que en ese año los apoyos a los productores agrícolas rondaron los 252 mil millones de dólares para la totalidad de sus países Miembros, lo que representa el 22% de los ingresos obtenidos por el agricultor. El aumento de este porcentaje en 2009 revierte una tendencia decreciente que había comenzando en 2004. Este incremento se debe, principalmente, a la caída de los precios de los productos agrícolas, que se encontraban en valores extraordinariamente altos en los años anteriores. Debido a que la mayoría de los países recurre a programas de sostenimiento de los precios, la caída de los mismos activa los mecanismos de subsidios y sube, por tanto, el valor de los montos otorgados al agricultor. Según la OCDE, las ayudas conectadas a los precios alcanzaron los 116 mil millones de dólares en 2009. Este tipo de ayudas son las más dañinas para el comercio internacional. No obstante, la organización señala que las ayudas directas, no relacionadas con los niveles de precio y producción, han crecido en el porcentaje que representan de la ayuda total, de un 1% en el período 1986-1988 a un 23% en 2007-2009. La crisis económica también jugó un rol importante en el aumento de los subsidios, debido a que muchos países otorgaron ayudas para proteger a sus productores del descenso de la demanda mundial, especialmente en los “productos con alto valor agregado”, como carne y leche. Los mayores incrementos de la porción que representan las ayudas en los ingresos brutos del productor se dieron en Canadá, que pasó de un 13% a un 20%, Corea del Sur (de 46% a 52%), Noruega (de 60% a 66%) y Suiza (de 57% a 63%). En EE.UU. las ayudas contribuyeron en un 10% a los ingresos brutos del productor, incrementando su participación en dos puntos porcentuales durante 2009. Por su parte, en los ingresos brutos de los agricultores europeos la ayuda representó un 24%, también con un ligero aumento. Si bien decreció en un 6,3%, en términos nominales la UE es el Miembro que mayor presupuesto destinó a sus agricultores agrícolas, con un monto que supera los 120 mil millones de dólares en 2009. Lo sigue de lejos EE.UU. con cerca de 40 mil millones de dólares. Por último, Australia y Nueva Zelanda son los países de la OCDE que menores subsidios otorgan a sus agricultores. En 2009 las ayudas representaron sólo el 4% y el 1% de los ingresos del productor, respectivamente.
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