Sin acuerdo en OMC, proliferan los acuerdos comerciales preferenciales. Según el Informe de Comercio Mundial de 2011, que fue dado a conocer el pasado 20 de julio por la OMC, la rápida proliferación de acuerdos comerciales preferenciales (ACP) durante las últimas dos décadas representa importantes retos para el sistema de comercio global En términos globales, hay cerca de 300 acuerdos de esta naturaleza, y una docena más en negociación. En promedio, cada Miembro de la OMC cuenta con 13 tratados de libre comercio. En el lanzamiento del informe, Patrick Low, economista en jefe de la OMC, destacó que los acuerdos comerciales preferenciales se han multiplicado por cuatro desde 1990. Los países de Asia figuran entre los que firman más acuerdos comerciales preferenciales, participando en casi la mitad de los ACP concluidos en los últimos 10 años. El documento señala que la explosión de ACP no ha venido acompañada de una expansión significativa de las corrientes comerciales que reciben trato preferencial (sólo el 16% del comercio mundial recibe este trato). Para la OMC, esto no debería ser sorprendente si se tiene en cuenta que los aranceles se han reducido considerablemente desde el fin de la segunda guerra mundial, los acuerdos pueden ser difíciles de aprovechar por las normas de origen, los productos sensibles y difíciles de liberalizar en la OMC terminan siendo también difíciles de liberalizar en el marco de los ACP y los márgenes de preferencia son pequeños cuando se ajustan para tener en cuenta el acceso preferencial de que disfrutan otros exportadores. Entonces, para hallar las razones por las cuales los países formalizan ACP hay que mirar más allá de los aranceles. Cada vez más los ACP son acuerdos profundos, y abarcan una amplia gama de cuestiones como los servicios, la inversión, la protección de la propiedad intelectual y la política de competencia, que se consideraba antes que pertenecían al ámbito nacional y no al de la política económica internacional. Esto se está produciendo, en parte, a raíz de los cambios en la forma en que se organiza la producción a nivel internacional y al aumento de las redes de producción mundiales. Según el Director General del organismo, Pascal Lamy, lo que se observa es una lenta convergencia de los aranceles en los ACP -hacia una reducción multilateral de facto de los aranceles aplicados- al tiempo que se plantea el peligro de una divergencia creciente en las reglamentaciones abarcadas por esos acuerdos. De esta manera, los ACP profundos plantean un desafío diferente. Debido a que los regímenes reglamentarios se vuelven más importantes que los aranceles, la nueva fase de los ACP podría amenazar al sistema multilateral de comercio, al encerrar a sus miembros en un régimen normativo específico y reducir la posibilidad de que prospere el comercio con países que no sean parte en esos acuerdos. En el informe se identifican varias opciones para aumentar la coherencia entre los ACP y el sistema multilateral de comercio, entre ellas: corregir las deficiencias en el marco jurídico de la OMC, elaborar un conjunto de prácticas óptimas no obligatorias para los miembros de los ACP, hacer extensivos los acuerdos preferenciales existentes de manera no discriminatoria a más participantes, y acelerar la apertura multilateral del comercio mediante un programa de reglamentación más ambicioso.
Leer en pdf »