Freno a la industria oleaginosa. El gobierno brasileño ha dictado una medida por la cual la industria oleaginosa de dicho país tendría menos incentivos para la industrialización del poroto de soja. El COFINS y el PIS/PASEP son dos contribuciones especiales que se aplican tanto a bienes nacionales como importados. En general, la tasa del PIS/PASEP es de 1,65% y la del COFINS es de 7,6%. De acuerdo al régimen anterior a la medida Nº 552 del 1º de diciembre de 2011, los productores que iban pagando el COFINS y el PIS/PASEP –que juntos implicaban una tasa de 9.25%- podían luego utilizar el 50% de lo pagado como crédito fiscal. La modificación eliminaría esta posibilidad para la exportación de productos de soja (harina y aceite) y la venta de insumos a los productores de carne bovina, aviar y de cerdo, aumentando la carga fiscal sobre el producto final. De acuerdo a cálculos de la Asociación Brasilera de Industrias del Aceite Vegetal (ABIOVE por sus siglas en portugués), la aplicación de esta medida en 2012 implicaría un aumento de costos para la industria, ya que no contaría con un crédito fiscal de 900 millones de reales por temporada en transacciones relacionadas con la industrialización de la soja para la exportación y una parte del volumen para el mercado interior. El cálculo del crédito fiscal de 900 millones de reales lo realizaron en base a que la industria brasileña produjo 14,5 millones de toneladas de harina de soja para la exportación, más de 13,4 millones para el consumo interno y 1,6 millones de toneladas de aceite de soja para la venta al comercio exterior en el año 2011/2012. No se consideró en el cálculo las 5,45 millones de toneladas de aceite de soja que se produce para el consumo interno. Con la perdida de este beneficio la industria de la transformación podría dejar de exportar 7,5 millones de toneladas de harina y 2 millones de toneladas de aceite de soja, según los cálculos de ABIOVE. Asimismo, las exportaciones de soja se incrementarían en 10 millones de toneladas. Esto podría hacer que al país aún más dependiente de China, a donde van casi el 70% de las exportaciones brasileñas de poroto. Esta medida ha generado gran controversia, ya que habría sido tomada sin previo aviso a la industria. Aparentemente, esta medida haría mucho menos rentable la producción de derivados de la soja en Brasil, llevando a la re-primarización de su producción. De acuerdo a datos surgidos del estudio de la cuestión por parte de la Fundación INAI, utilizando el modelo PEATSim-Ar, el impacto seria mucho menor al denunciado por ABIOVE Leer en pdf »
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