Brasil ha anunciado el aumento del corte interno de biodiesel, pasando del actual 5% (vigente desde 2010) al 6% a partir de junio y al 7% desde noviembre próximo. Es una medida destinada a reducir las importaciones de combustibles y las emisiones contaminantes, al tiempo que también busca incentivar la producción de pequeños agricultores que se dedican al cultivo de oleaginosas como ricino, algodón y girasol, de los que el Gobierno compra gran parte de la materia prima usada para la producción de biodiesel.
Según cálculos del Ministerio de Minas y Energía, por cada punto porcentual de biodiesel mezclado en el diésel mineral distribuido en el país, la demanda por el combustible vegetal aumenta en 600 millones de litros.
En este sentido, el ministro de dicha cartera, Edison Lobão, aseguró que el aumento del biodiesel en el diésel comercial reduce en 1.200 millones de litros la cantidad que Brasil tiene que importar anualmente para garantizar el consumo interno del combustible. Esto se traduce en un ahorro de 1.000 millones de dólares en las importaciones brasileñas.
De acuerdo a los datos del mercado brasileño, cuando esté vigente el requisito de 7% de mezcla de biodiesel, el consumo del producto en Brasil podría subir a 4.200 millones de litros por año desde los actuales 3.000 millones de litros.
En cuanto a la situación del etanol, los especialistas brasileros se muestran pesimistas. De acuerdo con Valor Econômico, basándose en datos de FO Licht, el comercio global de etanol disminuiría en 2014 por tercer año consecutivo con una caída de 10% con respecto a 2013, totalizando un volumen similar al de hace 8 años. El último pico del comercio mundial habría sido en 2011, con 8.600 millones de litros comerciados, disminuyendo luego a 7.500 en 2013. Este año 2014 cerraría con 6.700 millones. En ese contexto las exportaciones brasileras pasarían de 2.900 millones en 2013 a 1.700 millones en 2014, según una proyección de UNICA (Unión brasilera de la industria de la caña de azúcar).
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