En un reciente trabajo publicado por OCDE los autores Jean Château, Lionel Fontagné, Jean Fouré, Åsa Johansson y Eduardo Olaberría analizan los patrones de comercio mundiales a muy largo plazo (2060) bajo distintos escenarios, para lo que recurren a una combinación de modelos computacionales.
En el escenario de base, encuentran que a lo largo de los próximos 50 años el centro geográfico del comercio se correría de los países de la OCDE hacia otros países, reflejando el mayor crecimiento relativo de los países en desarrollo. La importancia relativa en el comercio de las distintas regiones se alteraría significativamente, con ganancias en participación de las economías emergentes en manufacturas y servicios. De acuerdo con sus resultados, hasta 2030 se incrementaría el peso en la economía mundial de China e India, mientras que desde 2030 un rápido avance en África sostendría el crecimiento global. En este contexto, el comercio mundial crecería un 3,5% promedio anual, por encima del crecimiento del PBI, pero por debajo del 6,9% observado en promedio entre 1990 y 2007. El peso de las exportaciones agrícolas mundiales aumentaría para el agregado EEUU-Canadá de un 23% a 30%. El rol de Asia emergente pasaría de 18% a 22%. El bloque “resto del mundo” pasaría de 18% a 17%, lo que es llamativo dado que este agregado incluye a Latinoamérica.
Los autores evaluaron, por otro lado, un escenario de liberalización multilateral, en el que los países lograrían reglas de juego equilibradas para el comercio de bienes y servicios, reducciones de aranceles, desacoplamiento de los subsidios agrícolas en los países de la OCDE, reducción de barreras no arancelarias para bienes y de obstáculos al comercio de servicios. Un tercer escenario analiza una liberalización completa pero regional, en el que todas las economías desarrolladas logran un acuerdo de eliminación de aranceles y reducción de otras barreras en bienes y servicios, pero sin desacoplamiento de subsidios agrícolas, al que luego se sumarían las principales economías en desarrollo, aunque con un nivel de ambición menor.
Resulta interesante destacar que se encuentran impactos positivos de ambos escenarios, pero con diferencias en la distribución de los beneficios. El impacto en las exportaciones de los países que participan en el acuerdo de libre comercio sería similar (7%-8%) en ambos escenarios. Sin embargo, el escenario de liberalización regional elevaría el comercio mundial en relación al escenario de base en un 4%, mientras que en el escenario multilateral la cifra sería de 15%. La explicación para ello se encontraría en un gran efecto de desvío de comercio. En el escenario regional, el comercio potencial pasaría a los miembros del acuerdo, en detrimento de los países que no ingresan en el mismo, incluyendo a África, a América Latina y al Medio Oriente.
Finalmente, el trabajo hace hincapié en la importancia de la inversión en educación en la determinación de los patrones de comercio futuros.