La Asamblea General de la ONU refrendó el documento de la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que tuvo lugar en Julio en Addis Abeba, Etiopía. De acuerdo con el Secretario General Ban Ki-moon, el instrumento “Provee incentivos para la inversión en áreas de necesidad global y alinea las prioridades económicas, sociales y ambientales con los flujos de financiación y las políticas en esa materia”.
Allí se insta a los países a destinar el 0,7% del ingreso nacional bruto a la asistencia oficial para el desarrollo. Por otro lado, se da importancia a la creación de un foro para la inversión en infraestructura. En resumen, se identifican varios ámbitos de acción: recursos naturales públicos, actividad financiera y comercial privada, cooperación para el desarrollo, comercio internacional, deuda, cuestiones sistémicas, y ciencia, tecnología e innovación.
Respecto del comercio internacional, se subraya su rol como “catalizador del crecimiento económico inclusivo”, agregando que “contribuye a reducir la pobreza y a promover el desarrollo sostenible”. En ese sentido, se apoya al sistema multilateral de comercio universal, basado en normas, abierto, transparente, predecible, inclusivo, no discriminatorio y equitativo, en el marco OMC. Los países destacaron que se comprometen “a combatir el proteccionismo en todas sus formas”.
Por otro lado, las delegaciones hicieron un llamamiento a implementar lo acordado en Bali y a incrementar los esfuerzos en Doha, exhortando a los miembros de la OMC a que corrijan y eviten las restricciones y las distorsiones del comercio agrícola, eliminando los subsidios a las exportaciones o medidas con efecto equivalente.
Se reconoce, además, que la falta de acceso a la financiación de las exportaciones puede resultar una limitante para alcanzar el potencial de un país.
Un segundo hito relacionado fue el arribo a un consenso sobre la futura agenda del desarrollo, que sería adoptada a fines de septiembre en la Cumbre de jefes de estado en Nueva York. Ban Ki-moon destacó que se trata de un plan de acción para acabar con la pobreza en todas sus dimensiones, sin dejar a nadie de lado. El proyecto cuenta con 17 nuevos objetivos de desarrollo sostenible, construidos sobre la base de los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados en el año 2000.

