El 19 de febrero tuvo lugar el Seminario de Política Comercial titulado “The greening of trade policy: EU-Mercosur Agreement”, organizado por el International Food Policy Research Institute (IFPRI) en Washington D.C. El mismo se desarrolló bajo el formato de preguntas y respuestas a los expositores y contó con la presencia del Presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins.
Del evento moderado por Valeria Piñeiro, Senior Research Coordinator del IFPRI, participaron Eugenio Diaz-Bonilla, Head of Latin American and Carribean Program del IFPRI, Ramiro Costa, Subdirector Ejecutivo de la Bolsa de Cereales, David Laborde Debucquet, Senior Research Fellow del IFPRI y Sofia Perini, Economista de la Fundación INAI, como expositores.
Diaz Bonilla y Laborde se refirieron a la importancia de las políticas comerciales para obtener resultados en cuestiones ambientales, los cambios políticos en el mundo que contribuyeron a este proceso dando contexto a la conclusión del Acuerdo Mercosur – UE y la relevancia para el Mercosur de contar con una estrategia de desarrollo sostenible.
Para introducir la discusión, se mencionó que la Agenda 2030 llama a todos los países a utilizar el comercio para crear un mundo más sostenible, inclusivo y resiliente y las políticas comerciales ofrecen la oportunidad de promover un cambio en la producción y el consumo que ayude a los consumidores a tomar mejores decisiones.
En particular, Ramiro Costa se refirió a los desafíos globales que afectan al sector agroindustrial en Argentina y qué oportunidades vislumbra hacia el futuro. Mencionó tres iniciativas principales que el sector privado argentino está llevando adelante con el objeto de contribuir al desarrollo sostenible: el monitoreo de la deforestación en el Gran Chaco a través de la plataforma agroideal, el trabajo regional de la Red de Buenas Prácticas Agrícolas y el recientemente lanzado Programa Argentino de Carbono Neutro.
Por otro lado, se resaltaron algunos de los aspectos generales del Acuerdo, entre ellos, el estado en que se encuentra el mismo, los pasos pendientes para su entrada en vigor y la importancia del acuerdo entre dos de los bloques regionales más importantes del mundo. El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Mercosur, anunciado en 2019 después de más de 20 años de negociaciones intermitentes, aún no ha sido ratificado. En caso de ratificarse, representaría el mayor acuerdo comercial alcanzado por la UE y el Mercosur que reúne a 779 millones de personas, 24 billones de dólares del PBI (una cuarta parte del PBI mundial) y cubre 18 millones de kilómetros cuadrados.
Por su parte, Sofia Perini hizo hincapié en los ejes centrales del Capítulo de Comercio y Desarrollo Sostenible (TSD, por sus siglas en inglés) del Acuerdo y cuáles son las preocupaciones que existen tanto en la Unión Europea como en el Mercosur. Entre los ejes del capítulo TSD, destacó que el convenio preserva el derecho de cada parte a establecer sus propias prioridades y políticas como también los niveles de protección ambiental y laboral que considere adecuados, reconociendo las diferencias en los niveles de desarrollo entre ambos bloques.
Entre las preocupaciones del Mercosur señaló las posibilidades reales de acceso al mercado europeo gracias a la competitividad diferencial dada por los subsidios que otorga la UE y los altos estándares de los productos agrícolas. También mencionó la preocupación por la competencia en el mercado local e intra-regional de los productos industriales europeos y la introducción del principio precautorio, con una referencia explícita en el capítulo de desarrollo sostenible. Este último implica la posibilidad de introducir medidas frente a riesgos ambientales o laborales potenciales, sin tener evidencia científica suficiente o concluyente que lo avale. Esto podría implicar barreras injustificadas al comercio como ya ocurrió en el pasado con los OGMs, indicó Perini.
Entre las preocupaciones europeas, mencionó que se encuentran: la efectiva implementación del Acuerdo de París, el cumplimento de estándares ambientales y sanitarios y el impacto que podría tener la introducción de productos agrícolas del Mercosur. Asimismo, existe una preocupación compartida por el mecanismo de solución de diferencias propio del capítulo, que es distinto al mecanismo general del Acuerdo.
El impacto ambiental del acuerdo es una preocupación importante, particularmente si un mayor comercio y crecimiento aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero. «No vamos a reducir las emisiones al no hacer nada, y queremos un acuerdo comercial que genere crecimiento», dijo David Laborde. Una mayor tecnología, en forma de fuentes alternativas de energía y mejoras de eficiencia en el consumo de combustible, puede ayudar a abordar este problema, dijo Laborde. Si bien transportar más bienes producirá mayores emisiones, el acuerdo también ofrece oportunidades para explotar las diferencias estacionales y administrar de manera más eficiente las cadenas de valor.
En el siguiente link está disponible el video completo del evento.
También se puede acceder a la Publicación de evento en el blog de IFPRI.