Los Miembros de la OMC celebraron su primera reunión luego de la Conferencia Ministerial de Nairobi. La misma fue convocada por el director general, RobertoAzevêdo, para discutir el trabajo futuro de la Organización. El Director le pidió a las delegaciones “reconocer sus diferencias”, para encontrar la manera de llevar adelante las negociaciones.
Luego de los resultados conseguidos en algunos puntos del Programa de Trabajo, como subsidios a las exportaciones de bienes agrícolas (Ver Boletín Nº 150 del INAI), se vislumbran importantes diferencias respecto de cómo continuar el proceso negociador. Aunque en la Declaración de Nairobi se reafirma el compromiso de avanzar en los temas pendientes, entre los que se destacan agricultura, acceso a mercados para bienes industriales, servicios, desarrollo, propiedad intelectual y reglas; no se establece una fecha tentativa para concluir la Ronda Doha, reconociéndose la existencia de dos grandes visiones. Mientras que muchos Miembros reafirman el actual mandato y su compromiso para concluirlo, otros, entre los que se encuentra EE.UU., entienden que son necesarios enfoques alternativos. Estos deberían incluir arquitecturas diferentes y nuevos temas para adaptar la negociación a la nueva realidad del comercio internacional.
En relación a los bienes agrícolas, el presidente del comité, el neozelandés Vangelis Vitals, señaló que ya ha comenzado consultas para explorar posibles caminos a seguir. Explicó que estructurará las conversaciones en diferentes áreas interrelacionadas.
La primera de ellas intentará responder a los mandatos negociadores que surgen de Nairobi, respecto de dos disciplinas que preocupan a los exportadores de alimentos. Esto es, la implementación de un Mecanismo de Salvaguardia Especial (MSE), que permitiría a los países en desarrollo elevar temporalmente sus aranceles ante incrementos súbitos de las importaciones o caídas significativas de los precios; y la búsqueda de una solución permanente para la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria, instrumento a través del cual se otorgan cuantiosos subsidios a los productores, especialmente en India.
La segunda buscará avanzar en el resto de los temas que comprenden la Agenda de Doha, en los pilares de ayuda interna, acceso a mercados y competencia de las exportaciones. Debido a los avances conseguidos en este último pilar, el foco estaría puesto ahora en la reducción de aranceles, la apertura de cuotas y la reducción de los subsidios a la producción. Analistas sugieren que la prioridad será conseguir disciplinas en ayuda interna para la Conferencia Ministerial de 2017. La dificultad radica en la negativa de EE.UU, a aceptar el borrador actual sin que China adopte compromisos más exigentes. Precisamente China e India estarían modificando sus políticas agrícolas, hacia programas de seguros similares a los estadounidenses.
Una tercera área analizará los “nuevos temas” que podrían incorporarse a la negociación. Brasil sería uno de los principales promotores de este enfoque, expresando preocupación por los impactos de las denominadas barreras no arancelarias.
Durante el Foro Económico Mundial de Davos, el Director General mantuvo reuniones con diferentes países, así como representantes del sector privado, celebrando el “espíritu positivo” que reina en torno a la labor de la OMC tras la Conferencia de Nairobi. Durante una reunión ministerial llevada a cabo en el marco del Foro, destacó el compromiso manifestado por los Ministros para el logro de mayores resultados.
En este sentido, Azevêdo expresó la importancia de mantener un diálogo productivo en los próximos meses sobre como la Organización puede avanzar respondiendo a los retos que se le presentan para volver a ser el principal foro de negociación de disciplinas comerciales. “Tenemos que encontrar el modo de trabajar juntos, a pesar de las divergencias, para el beneficio de todos”, agregó.