Según los últimos intercambios, entre las prioridades para la XI Conferencia Ministerial figuran la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria y el pilar de ayuda interna.
A fin de iniciar los trabajos preparatorios para la Undécima Conferencia Ministerial (XICM) de la OMC que se celebrará en diciembre en Buenos Aires, los días 1 y 2 de junio se llevaron a cabo reuniones del Comité de Agricultura en Sesión Extraordinaria. En tal ocasión, los Miembros de la OMC intercambiaron pareceres sobre las cuestiones en las que podrían obtenerse resultados en la XICM y a futuro. Se celebraron debates específicos sobre la constitución de existencias públicas con fines de seguridad alimentaria y un mecanismo de salvaguardia especial para los países en desarrollo.
Los debates de la reunión del CoA giraron alrededor de presentaciones que los miembros habían circulado desde la última reunión (noviembre de 2016). Se hicieron presentaciones/propuestas sobre: reducción de subsidios a la agricultura, reducción de barreras al comercio agrícola, restricciones a las exportaciones y medidas de inocuidad alimentaria, instrumentos políticos para abordar la seguridad alimentaria y la volatilidad de precios que enfrentan los pequeños agricultores de los países en desarrollo (del G33 de países en desarrollo).
Según el Presidente del Comité, Embajador Stephen Ndung’u KARAU (de Kenia), los intercambios confirmaron el apoyo casi universal de los miembros a obtener un resultado en materia de ayuda interna. La mayoría considera que limitar la ayuda interna es una prioridad para la XICM. Sin embargo, reconocen las dificultades que conlleva un resultado en esta temática y han revisado sus expectativas sobre lo que podría alcanzarse en diciembre. Varios insisten en que sin importar el resultado que se obtenga en la XICM, los discusiones sobre ayuda interna deben continuar a posteriori.
Respecto a los trabajos que se han venido realizando, cabe destacar que, por un lado, el grupo de Países Menos Adelantados y el de Estados de África, el Caribe y el Pacífico, presentaron documentos que abogan por una reducción sustancial de ayudas distorsivas del comercio agrícola. Por otro lado, el Grupo CAIRNS de países exportadores agrícolas distribuyó un documento con objetivos del grupo para la XICM y más allá, estableciendo elementos de un posible resultado en materia de apoyo interno y otras áreas. Adicionalmente, algunos miembros de este último grupo presentaron un análisis técnico en el que se describen cuatro escenarios diferentes de restricciones a los subsidios agrícolas dirigidos a limitar los diferentes tipos de apoyos.
Por otro lado, Karau señaló que hubo delegaciones que hicieron hincapié en que el acceso a mercados no podía faltar en un resultado de la XICM. No obstante, un resultado en este pilar parecería ser una prioridad menor para los miembros. Coinciden en la dificultad de alcanzar un resultado dado el contexto actual de la negociación y plantean la necesidad de garantizar que el trabajo continúe post-XICM.
En relación con la constitución de existencias públicas, el Embajador detectó cierta flexibilidad en las conversaciones y sostiene que existen soluciones prácticas que podrían ayudar a achicar las brechas entre las diversas posiciones. No así es el caso del mecanismo de salvaguardia especial para los países en desarrollo para el cual persisten opiniones divergentes entre los miembros.
Cabe recordar que la constitución de existencias con fines de seguridad alimentaria se trata de un instrumento de política pública que consiste en la compra, almacenaje y distribución de alimentos cuando sea necesario para garantizar la seguridad alimentaria. En el marco de la OMC, se considera que los gobiernos que compran alimentos a precios más altos que los precios de mercado están subvencionando a sus agricultores. Es por ello, que durante la IXCM de Bali se acordó una «cláusula de paz«, en virtud de la cual los miembros convinieron abstenerse de poner en tela de juicio las infracciones de los compromisos en materia de ayuda interna que se produzcan como resultado de los programas de constitución de existencias de este tipo a condición de que se cumplan determinadas condiciones y acordaron negociar una solución permanente para la XICM.
Por último, en relación con el pilar de competencia de las exportaciones, los miembros no lo ven como una prioridad para la XICM. Lo que sí resulta importante es lograr la aplicación de la Decisión de Nairobi sobre este tema, que consistió en que los miembros acordaron eliminar las subvenciones a la exportación de productos agropecuarios y establecer disciplinas sobre las medidas relativas a la exportación que tengan efecto equivalente. Los países desarrollados las deberían eliminar inmediatamente, excepto en el caso de unos cuantos productos agropecuarios, en tanto que los países en desarrollo disponen de plazos más largos para hacerlo.
Al respecto, cabe destacar que Australia ha notificado a la OMC su intención de no utilizar nuevamente subvenciones a las exportaciones agrícolas, mediante la eliminación de este derecho de las listas de compromisos. Se trata del primer país en cumplir con lo logrado en Nairobi.
Si bien el uso de este tipo de ayudas agrícolas ha disminuido notablemente desde los años 2000, se trata de una herramienta que ciertos países aún tienen a mano para la eventualidad. De hecho, un documento circulado por el Grupo de Cairns en la OMC remarca que, de los 18 miembros de la Organización que habían previsto la utilización de la herramienta, Australia, Brasil, Colombia, Islandia, Indonesia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Uruguay no la han utilizado desde el comienzo de la Ronda de Doha en 2001. Pero también resalta que cinco nuevos países – Barbados, República de Corea, India, Mauricio y México – han introducido este tipo de políticas y advierte sobre el retraso de muchos países en las notificaciones de sus subvenciones a la Secretaría de la OMC.