Un reciente informe le ha puesto números a la eventual prohibición del glifosato en la UE y su impacto en la agricultura de Reino Unido. También afecta al resto del mundo.
En un estudio elaborado por Oxford Economics y el Anderson Center, requerido por la Crop Protection Association, revela el potencial impacto para la economía agrícola del Reino Unido de una prohibición en el uso de glifosato por parte de la UE.
El informe señala que si se prohibieran todos los herbicidas que contienen glifosato, habría una reducción de la producción agrícola de 940 millones de libras (1.200 millones de USD). Entre los cultivos afectados se encuentra el trigo, el cual tendría una caída de la producción de un 20 por ciento. También se destaca un potencial aumento en emisiones de gases de efecto invernadero por una mayor labranza, y hasta la posibilidad de un incremento en los precios de los alimentos.
Debe tenerse presente que a finales de junio de 2016, la Comisión Europea informó la extensión de la licencia del glifosato por un plazo máximo de 18 meses, hasta el 31 de diciembre 2017, a los efectos de que la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) adopte una posición sobre la toxicidad de dicha sustancia. En marzo de este año, la ECHA estableció su posición, señalando que el glifosato no debe considerarse como cancerígeno. Y en esa línea, la CE ha solicitado se reautorice por un período de 10 años. Ahora la cuestión debe debatirse en el seno del Parlamento Europeo.
Si no se logra la renovación, el glifosato dejará de estar autorizado en la UE, por lo que los países miembros deberán retirar las autorizaciones para todos los productos basados en dicha sustancia. Esto puede tener ramificaciones a nivel internacional, dado que muchos cultivos genéticamente modificados se tratan con glifosato, incluyendo la soja o el maíz, vendidos a la UE como materias primas o subproductos (harinas y aceites).
Esto último se debe a que automáticamente el Límite Máximo de Residuos (LMR) cae a nivel de detección por defecto en forma inmediata, haciendo prácticamente imposible la exportación de productos tratados con glifosato. De todas formas, está previsto que los LMRs se revisen luego de que se autorice (o no) la renovación de la sustancia. Y en el eventual caso que no se apruebe la renovación, podría llegar a aceptarse una cierta tolerancia para el LMR del glifosato.