Los días 23 y 24 de julio se desarrolló en Asunción del Paraguay la XXXVII Cumbre de países del Mercosur y Estados Asociados, en donde si bien se abordaron con éxito tópicos como la crisis política en Honduras y la influenza humana A (H1N1), no se observaron avances en los temas pendientes de la agenda comercial del bloque. En la declaración oficial los países condenaron el golpe de Estado acontecido en Honduras y reafirmaron que no reconocerán a ningún gobierno que surja de esta ruptura constitucional. Con respecto a la denominada “gripe porcina”, se decidió promover la liberalización de patentes para vacunas y antivirales contra la influenza humana, en los casos que se requieran, activando los mecanismos relacionados con las flexibilidades contempladas por el Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). A pesar del consenso conseguido respecto a estos temas importantes para la región, los Miembros del Mercosur no han logrado zanjar diferencias de larga data que dificultan el avance del proceso de integración económica. Tal es el caso de temas como la eliminación del doble cobro de aranceles, la elevación del arancel externo común, el código aduanero común y la distribución de la renta aduanera. El único resultado destacable fue la aprobación de la sustitución del dólar por las monedas locales de los países miembros en el intercambio comercial. La reunión estuvo marcada por los conflictos comerciales entre Argentina y Brasil, en torno a la aplicación de restricciones a las importaciones. Los gobiernos de Paraguay y Uruguay también manifestaron su disconformidad al señalar que la situación en materia de restricciones al comercio recíproco al interior del Mercosur es insostenible, en particular para los países de pequeño tamaño económico. El canciller paraguayo, Héctor Lacognata, destacó que a fines de 2008 los socios habían acordado coordinar esfuerzos para hacer frente a la crisis mundial y estos no prosperaron. “Respondimos con medidas proteccionistas unilaterales, sin coordinación regional alguna y con un fuerte carácter restrictivo”, criticó. Por su parte, Uruguay se quejó recientemente por la demora para la aprobación de licencias de productos lácteos por parte de las autoridades brasileñas. Para limar las diferencias entre los principales socios del Mercosur, se celebró el día 27 de julio una reunión de la Comisión de Monitoreo del Comercio Bilateral Argentina-Brasil. Según fuentes periodísticas, se evidenció que las modificaciones implementadas por Argentina en sus licencias no automáticas de importación fueron bien recibidas por el gobierno de Brasil. Después de las negociaciones, el subsecretario de Política y Gestión Comercial del Ministerio de Economía de Argentina, Eduardo Bianchi, anunció la liberalización por parte de Argentina de licencias no automáticas para los sectores de calzados y muebles. A su vez, se creó una sobretasa a los calzados chinos no deportivos de 15,50 dólares por par. La intención del gobierno argentino sería la de responder a las demandas de sus vecinos, en relación a un supuesto desvío de comercio en favor de China. Por último, la nueva Presidencia Pro Témpore uruguaya dio a conocer su agenda de prioridades para el semestre. Según informaron las autoridades de Uruguay, durante los próximos 6 meses de trabajo sus esfuerzos estarán concentrados en la reorganización institucional del bloque, la eliminación del cobro del doble arancel, la reglamentación de las restricciones no arancelarias intrazona y el impulso de la agenda externa del Mercosur, principalmente retomando las conversaciones para un acuerdo comercial birregional con la Unión Europea. En lo que hace a la eliminación del doble arancel, Uruguay expresó que de no avanzar en este tema a nivel regional, existe la posibilidad de que se llegue a un acuerdo bilateral con Brasil, que estaría dispuesto a concertarlo. El traspaso formal de la presidencia del Mercosur a la República Argentina se realizaría los días 27 y 28 de diciembre del presente año. Leer en pdf »