En concordancia con el renovado compromiso político en favor de culminar las negociaciones de la Ronda Doha en el año 2010, que surge de cuanta reunión de alto nivel se celebra por estos tiempos; el director general de la OMC, Pascal Lamy dio a conocer un ambicioso cronograma de trabajo para las reuniones técnicas a desarrollarse durante los próximos meses en Ginebra. En su discurso ante el Comité de Negociaciones Comerciales, el pasado 24 de julio, Lamy señaló que a pesar de que la economía mundial sigue dando muestras de fragilidad, y las perspectivas económicas son aún inciertas, es alentador observar que muchos líderes mundiales han puesto de manifiesto su decisión de proseguir con las negociaciones. No obstante, destacó que es necesario que se aproveche sin tardanza este nuevo clima, y se elabore una senda clara de compromiso en las conversaciones, que permita llegar a tiempo a la meta del 2010. Para esto, llamó a una reactivación de los trabajos tanto a nivel multilateral, con las reuniones en los diferentes grupos de negociación, como a nivel bilateral, en donde se deberían profundizar ciertos aspectos específicos de cada país. A partir de septiembre deberían entablarse procesos horizontales, caracterizados por negociaciones cruzadas entre las diferentes temáticas presentes en la negociación, para tener en cuenta las flexibilidades políticas en todos los frentes, expresó el director. En lo que respecta a la agricultura, Lamy indicó que se continúa trabajando en las cuestiones pendientes de resolución de la versión revisada de modalidades de diciembre de 2008. Entre ellas se incluyen al mecanismo de salvaguardia especial (MSE), el algodón, los productos sensibles, la erosión de preferencias y los productos tropicales, la ampliación de los contingentes arancelarios y la simplificación arancelaria. La intención de David Walker, presidente del grupo de negociación para la agricultura, es establecer un cronograma intensivo de trabajo hasta finales del otoño boreal, que permita culminar el trabajo técnico pendiente, a fin de sentar las bases para la adopción de decisiones sobre cuestiones de carácter más político. En la esfera de las negociaciones sobre bienes industriales se han celebrado algunas sesiones específicas sobre los obstáculos no arancelarios, las flexibilidades específicas que se le otorgarán a determinados países y las iniciativas sectoriales de reducción arancelaria. En cuanto al programa de trabajo, el Presidente del grupo ha previsto tres semanas de trabajo a partir de septiembre, en las que hará especial hincapié en hacer avanzar las negociaciones sobre los obstáculos no arancelarios. A pesar de este aparente cambio de atmósfera, provocado por los últimos encuentros de Ministros y Jefes de Estado y de Gobierno celebrados por el Grupo Cairns en Bali, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) en París, el Grupo de los países más industrializados y las principales potencias emergentes (G-8 + G-5) en L`Aquila, y el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en Singapur, los representantes de los Miembros en Ginebra parecen no compartir el optimismo de Lamy. En la última reunión del Comité de Negociaciones Comerciales, los negociadores expresaron que el entusiasmo de los líderes y los plazos que se fijan contrastan con los ánimos reales que se viven en la sede de la OMC. Según expresaron varios embajadores, existe una amplia brecha entre las declaraciones de ministros y mandatarios, y los avances concretos en las conversaciones en los grupos de negociación. El embajador de Australia, Peter Grey, señaló que, a menos que los trabajos se aceleren, la meta de 2010 no podrá ser cumplida. Por otro lado, la postura de EE.UU. continúa generando incertidumbre y pesimismo entre los negociadores. El canciller brasileño, Celso Amorim, se mostró escéptico respecto de la conclusión de la Ronda, al señalar que el nuevo gobierno de EE.UU. defiende la misma posición que su predecesor, George Bush. Amorim señaló que la Administración Obama no sólo no cambió en nada su posición, al continuar con demandas para los países en desarrollo totalmente incompatibles con lo que concede, sino que ni siquiera deja en claro si tiene interés en que Doha concluya con éxito. Otros actores comerciales, entre los que se encuentra la India, mostraron preocupación ante las señales de que Washington plantearía un cambio en la metodología de las negociaciones y trataría de renegociar temas sobre los que ya existen acuerdos, lo que demoraría las conversaciones. Al igual que la mayoría de los Miembros de la OMC, India dejó en claro que los borradores de acuerdo que se encuentran sobre la mesa deben ser la base sobre la cual deben retomarse las negociaciones. Se espera que la próxima reunión “mini-ministerial” a desarrollarse en Nueva Delhi, los próximos 3 y 4 de septiembre, despeje estos temores y termine de imprimirle el dinamismo necesario al proceso negociador en Ginebra. Los ministros de una treintena de los países mas influyentes en las negociaciones se reunirán con la intención de arribar al consenso necesario que permita, durante el próximo encuentro del “G-20 financiero” en Pittsburg, EE.UU., elaborar un cronograma detallado para la finalización de la Ronda. Leer en pdf »