La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó, el pasado 5 de mayo, el informe “La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe 2009”. En el mismo, se señala que, como resultado de la crisis internacional, la inversión extranjera directa (IED) se vio muy afectada en todas las regiones del mundo. Según estimaciones preliminares la IED global cayó por segundo año consecutivo y llegó a 1,04 billones de dólares, lo que representa un retroceso del 39% respecto del año anterior. A diferencia de 2008, cuando la IED sólo se contrajo en los países desarrollados, en 2009 la crisis mundial también afecto las corrientes de inversión hacia las regiones en desarrollo, y América Latina y el Caribe no fue la excepción. La recepción de IED en esta región alcanzó los 76.681 millones de dólares, cifra que implica una disminución del 42% respecto al récord histórico alcanzado en 2008. Particularmente, las corrientes de IED hacia América del Sur cayeron un 40%, a 54.454 millones de dólares. La reducción fue notoria en cada uno de los países que regularmente concentran la mayor parte de la IED recibida en la subregión: Argentina (50%), Brasil (42%), Chile (16%), Colombia (32%) y Perú (31%). La IED en México cayó por segundo año consecutivo (un 51% con respecto a 2008), lo que transforma al país, por primera vez en la década, en el tercer mayor receptor de la región después de Brasil y Chile. A pesar de esta situación, en 2009 Sudamérica recibió el 71% de las corrientes de IED hacia la región. Brasil, Chile y Colombia concentraron el 84% de dichas corrientes. Por su parte, Argentina fue el cuarto destino con 4.895 millones de dólares. Estas reducciones son el resultado de una combinación de factores como: a) las dificultades de acceso al crédito y la acentuada incertidumbre prevaleciente en 2009; b) la repentina caída a finales de 2008 de los precios de los productos básicos; c) la recesión en los EE.UU.; y d) la desaceleración del crecimiento en varios países de la región. En relación con el destino sectorial del IED recibida, el sector de los servicios continuó siendo el mayor receptor. El cambio más notorio fue la fuerte caída en la participación del sector primario en el total de la IED. Con relación al origen de la inversión en 2009, EE.UU. continuó siendo el principal inversionista, seguido por España y Canadá. El informe destaca que si bien la IED ha traído beneficios en términos de transferencia de tecnología y conocimientos, hasta ahora la evidencia muestra que han sido más limitados que lo que parece indicar la teoría económica. Se agrega que este hecho parece indicar que la IED requiere de otras condiciones para maximizar sus beneficios y debe formar parte de una estrategia de desarrollo más integral, que ponga énfasis en el desarrollo de capacidades tecnológicas. Con respecto al futuro, la CEPAL estima que dado el panorama actual, las perspectivas de crecimiento previstas para la región, la tendencia de largo plazo de la IED en la región y los anuncios de fusiones y adquisiciones y nuevas inversiones, las corrientes de IED dirigidas a América Latina y el Caribe podrían crecer entre un 40% y un 50% en 2010, lo que implica que volverían a superar los 100 mil millones de dólares. Por otro lado, los flujos de IED provenientes de la región registraron una drástica caída del 69% con respecto a 2008 y sumaron 11.387 millones de dólares. Esta merma se explica, principalmente, por la desinversión neta brasileña en el exterior, debido a los elevados montos recibidos por préstamos y amortizaciones de sus filiales en el exterior para dotar de fondos a sus matrices. Los otros cinco principales países inversionistas de la región registraron aumentos en sus flujos de inversión en el exterior. Chile, que hace dos décadas podría haberse considerado un improbable inversionista, se convirtió en el número uno en términos absolutos y en relación con el PBI. Leer en pdf »