El comercio exterior de América Latina y el Caribe completará tres años de estancamiento en 2014, debido a un escaso crecimiento de las exportaciones de la región y a una leve caída de sus importaciones, según surge del informe Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2014 elaborado por la CEPAL. Este débil desempeño del comercio exterior regional se debería al bajo dinamismo de la demanda externa de algunos de sus principales mercados, en especial la Unión Europea, y una caída importante del comercio intrarregional. A ello se suma la disminución en los precios de diversos productos básicos que exporta la región, principalmente mineros.
El organismo proyecta que el valor de las exportaciones regionales crecerá este año en promedio sólo 0,8%, tras aumentar 23,5% en 2011, 1,6% en 2012 y caer 0,2% en 2013; mientras que las importaciones caerían 0,6% en 2014.
Las exportaciones de México y Centroamérica serían más dinámicas en 2014, con un crecimiento de 4,9% en valor en su conjunto respecto de 2013, vinculado al mejor desempeño de Estados Unidos, mientras que las ventas externas del Mercosur registrarían una caída de 2,3%.
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Por su parte, Argentina sería después de Perú el país de la región con el mayor decrecimiento en sus exportaciones (-5,2%). Las importaciones argentinas disminuirían un 6,6%. Las reducciones en los volúmenes importados y exportados a los países de América Latina explican la mayor parte de la caída del comercio de nuestro país.
En el documento se resalta que la participación de los países de la región en las tres principales cadenas globales de valor (América del Norte, Europa y Asia) es escasa. Con la excepción de México, América Latina y el Caribe no constituye un proveedor importante de bienes intermedios para estas cadenas, ni tiene un peso significativo como importador de bienes intermedios originados en esas regiones del mundo.
En este sentido, se enfatiza que la participación en las cadenas de valor internacionales puede conllevar múltiples beneficios potenciales para el desarrollo de un comercio inclusivo, que favorezca el crecimiento y la productividad, reduzca la heterogeneidad estructural, mejore el bienestar y reduzca la desigualdad.
Por lo tanto, para fortalecer la articulación con las cadenas de valor, la CEPAL considera indispensable adoptar políticas activas vinculadas a mayor inversión en infraestructura, innovación y ciencia y tecnología, además de políticas de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas.
Según la CEPAL, los países de la región deberían invertir un 6,2% anual de su producto interno bruto (PIB) -unos 320.000 millones de dólares- para satisfacer sus demandas de infraestructura en el período 2012-2020. En 2012 Argentina sólo invirtió el 2,9% de su PBI en infraestructura relacionada con transporte, energía, telecomunicaciones y agua y saneamiento.
Asimismo, se señala que las posibilidades más inmediatas de insertarse en la dinámica de las cadenas de valor están radicadas en el mercado regional. Por este motivo, se hace también un llamado a fortalecer en particular la integración y cooperación intrarregionales, ya que constituyen un camino esencial para diversificar la estructura productiva y exportadora de la región.
Persiste en América Latina y el Caribe un bajo nivel de comercio al interior de la región, con un reducido nivel de integración productiva. En 2013 la participación de las exportaciones de la región hacia los países de la misma área fue de un 19%, mientras que la UE exportó el 59% de sus ventas totales a miembros del mismo bloque y los países de Asia Pacífico un 50%.
Para potenciar el mercado regional se destaca la necesidad de reformular y coordinar las políticas industriales y comerciales de los países, pasando de una óptica exclusivamente nacional a una regional, en donde se evite el proteccionismo y la competencia por atraer inversión extranjera mediante «guerras de incentivos», al mismo tiempo que se avance hacia un mercado regional con reglas comunes.
Por otro lado, en el informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, la CEPAL indica que las entradas de IED en la región disminuyeron un 23% durante la primera mitad de 2014, respecto al mismo período del año anterior, alcanzando un total de 85.465 millones de dólares. Nuevamente, Argentina es el país con la mayor reducción de entradas de IED de los países analizados (-101%), con una salida neta de 55 millones de dólares al contabilizar la desinversión de la empresa española Repsol en la petrolera YPF. Descontando este cambio de propiedad, los aportes de capital y reinversión de utilidades sumaron 4.289 millones de dólares, 20% menos que el año anterior.