Los líderes del “G-20 financiero”, grupo compuesto por países desarrollados y economías emergentes, se reunieron los pasados 26 y 27 de junio en la ciudad canadiense de Toronto. Fue la primera Cumbre desde que el bloque se convirtió en foro principal para la cooperación económica internacional. Según la Declaración Final del encuentro, los mandatarios acordaron nuevas acciones que se deberán adoptar para asegurar el pleno retorno al crecimiento y al empleo de calidad, para reformar y fortalecer los sistemas financieros y para crear un crecimiento global fuerte, sostenible y equilibrado. También enumeraron los logros obtenidos hasta el momento, entre los que citaron el compromiso de resistir el proteccionismo. Sin embargo, reconocieron que todavía existen desafíos. Mientras que el crecimiento está retornando, la recuperación es frágil y despareja, el desempleo se mantiene en niveles inaceptables en muchos países y el impacto social de la crisis todavía se siente de manera extensa. En este sentido, señalaron que la más alta prioridad del G-20 es la de preservar y fortalecer la recuperación y sentar las bases para un crecimiento sostenible. Respecto al comercio internacional, los mandatarios renovaron por tres años más, hasta fines de 2013, el compromiso realizado en las anteriores cumbres de abstenerse de aumentar o de imponer nuevas barreras a la inversión o al comercio de bienes y servicios, imponer nuevas restricciones a las exportaciones o aplicar medidas incompatibles con la OMC para estimular las exportaciones. También se comprometieron a rectificar dichas medidas en el caso en que surjan, y a minimizar cualquier impacto negativo en el comercio y la inversión de sus medidas de política interna, incluidas la política fiscal y medidas para apoyar al sector financiero. A su vez, solicitan a la OMC, la OCDE y la UNCTAD a que continúen monitoreando las medidas de carácter proteccionistas adoptadas por los países del mundo, e informen públicamente sobre estos compromisos cada tres meses. Por otro lado, manifestaron que los mercados abiertos juegan un papel fundamental como respaldo al crecimiento y a la creación de empleo. En relación con esto, apoyaron una conclusión equilibrada y ambiciosa de la Ronda Doha para el Desarrollo de la OMC lo antes posible, para lo que instruyeron a sus delegados a que informen sobre los progresos en la próxima Cumbre del Grupo en Seúl, en donde se discutirán el estado de situación de las negociaciones y la forma de avanzar. Asimismo, instaron a la OCDE, la OIT, el Banco Mundial y la OMC a informar en dicha reunión sobre los beneficios de la liberalización del comercio. A diferencia de anteriores declaraciones, no se indica ninguna fecha límite para el cierre de la Ronda, lo que ilustra el grado de estancamiento en el que se encuentran las conversaciones. Nada nuevo ha surgido, entonces, en materia de compromisos relacionados con el comercio internacional. Los presidentes, entre los que se encontraba la argentina Cristina Fernández de Kirchner, renovaron con mayor ímpetu su voluntad de evitar la aplicación de medidas proteccionistas. Esperamos que lo novedoso en este caso sea que Argentina cumpla con sus compromisos internacionales, y deje de ser señalado, en cuanto informe se elabora sobre el tema, como el país del G-20 que mayor cantidad de este tipo de medidas aplica. Leer en pdf »