A principios de abril, la Consejería Agrícola de Argentina en China informó que durante los dos primeros meses de 2011 entraron a ese país 268.992 toneladas de aceite de soja. Argentina fue el mayor proveedor con 120.000 toneladas, seguido por Estados Unidos y Brasil. La cantidad importada desde Argentina en enero correspondería a los primeros contratos celebrados a partir de mediados de octubre de 2010, cuando se levantó la suspensión de hecho de las compras chinas de aceite argentino (Ver Boletín Nº 93 del INAI). Desde la Consejería argentina señalaron que los embarques de enero fueron los primeros en seis meses. Según el Ministerio de Comercio chino (MOFCON), no se registran declaraciones de embarques de aceite de soja en marzo, y se prevén 30.400 toneladas en abril, aunque se desconoce el país de origen. En compensación por la disminución de los envíos a China, Argentina incrementaría sus ventas de aceite a Irán, que se ha convertido en el segundo destino de sus exportaciones. Más allá del conflicto que paralizó las compras de aceite desde Argentina, la Consejería informó que las importaciones totales chinas de este producto en el año 2010 fueron de 1,3 millones de toneladas, lo que representó una caída del 44% comparado con el año anterior. En sentido opuesto, las importaciones de poroto de soja superaron las 54 millones de toneladas en 2010, un 29% más que el año anterior. El 20% de estas compras tuvieron su origen en Argentina. Para la Consejería, el bajo nivel de importaciones de aceite se debe a tres causas principales. En primer lugar, la producción china ha crecido considerablemente para hacer frente a una demanda cada vez más elevada. Se estima que la producción para las campañas 2010 y 2011 alcanzará los máximos históricos de 10,7 y 11,2 millones de toneladas respectivamente. Además, debe tenerse en cuenta que, de acuerdo al Centro Nacional de Información sobre Granos y Aceites de China (CNGOIC), la capacidad ociosa de la molienda china rondaría el 50%. En segundo, según estimaciones privadas, China mantiene altos stocks de aceite de soja, que llegan a los 4,4 millones de toneladas en la campaña 2009/2010 y alcanzarían un máximo histórico de 4,8 millones de toneladas en la 2010/2011 (representando el 35,29% del consumo). Tercero, la diferencia entre el precio internacional y el precio local del aceite resulta en una falta de incentivo a realizar compras externas. Mientras la amplia oferta en china plancha los precios locales, los bajos stocks en el mundo empujan los precios internacionales hacia arriba. No obstante, se señaló que debido a la firme determinación del gobierno local de controlar el precio de los alimentos y el fuerte incremento de la demanda, podría esperarse un incremento de las importaciones en el mediano plazo. De acuerdo a estimaciones privadas en la campaña 2010/2011 se espera un incremento en el consumo interno de 2,3 millones de toneladas, mientras que el incremento de la producción sería de sólo 1,7 millones de toneladas. Esta diferencia llevaría primero a consumir stocks, y luego a realizar compras del exterior. De hecho, se estima que China importará entre marzo y octubre de este año cerca de 1,15 millones de toneladas. Por último, la Consejería argentina se hizo eco de ciertos rumores que circulan en China acerca de que el gobierno está considerando reducir los derechos de importación de una cierta cantidad de productos, entre los que está incluido el aceite de soja, para contener la suba en los precios de los alimentos. De acuerdo a cálculos privados, la reducción del arancel al aceite, que actualmente es del 9%, reduciría el costo de importación del producto entre 135 y 150 dólares la tonelada, incentivando la importación. Leer en pdf »