Brasil busca trigo fuera del Mercosur. Ante la disminución de la oferta exportable de trigo por parte de Argentina, el gobierno de Brasil se ha visto en la necesidad de tomar una serie de medidas para evitar el desabastecimiento de su mercado interno. Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la campaña triguera argentina 2012/13 arrojó una producción de 9,8 millones de toneladas, lo que representa una caída del 30% respecto de la producción alcanzada en el ciclo anterior (14 millones de toneladas). El volumen conseguido es el tercero más bajo de las últimas 13 campañas. La merma obedece tanto a una gran reducción interanual del área sembrada (-22%), a la que se sumó la pérdida de superficie debido a las excesivas lluvias, como a una disminución de los rendimientos. Ante esta situación, el gobierno argentino finalmente autorizó exportaciones totales de trigo por sólo 3 millones de toneladas para la campaña 2012/13, el volumen más bajo de los últimos 35 años, muy inferior a las 11,4 millones de toneladas exportadas en la campaña 2011/12. Por su parte, de acuerdo a cifras del USDA, Brasil aumentaría un 5,4% sus importaciones de trigo durante la presente campaña, llegando a 7,7 millones de toneladas, debido a una caída en su producción. Históricamente, Argentina ha abastecido más del 80% del mercado brasileño, con envíos promedios de 5 millones de toneladas durante la última década. Debido a que también se esperan menores exportaciones en Paraguay y Uruguay, Brasil debe salir a buscar trigo en países fuera del Mercosur para hacer frente a las necesidades de su consumo interno. Para abaratar los costos de estas operaciones, el gobierno decidió incluir al trigo en la lista de excepciones al Arancel Externo Común del Mercosur (AEC), suspendiendo temporalmente el impuesto del 10% que se cobra a las compras de este cereal en países no miembros del bloque. Por el momento, la medida regirá solo entre los meses de abril y julio de este año, para un cupo de un millón de toneladas. Algunos analistas estiman que este cupo podría ser incrementado, ante el peligro de desabastecimiento y aumento de precios en el mercado interno. Recordamos que en el año 2008, con un escenario similar, ante la imposibilidad de Argentina de hacer frente a su demanda, Brasil autorizó la importación de dos millones de toneladas de trigo libre de aranceles de países extra Mercosur. En ese momento, fue EE.UU. quien aprovechó la situación y aumentó su cuota de mercado, ganando el espacio cedido por Argentina. En el caso particular del trigo, la protección del AEC ha contribuido al fortalecimiento de los vínculos comerciales entre Argentina y Brasil, y ha permitido un diferencial de precios favorable para el trigo argentino exportado a Brasil, en relación a otros destinos. Si bien el país vecino sólo ha suspendido el AEC luego de cerciorarse de que Argentina no podrá abastecerlo, estos movimientos deben tomarse como una alarma a futuro. Nuestro país debe concentrar esfuerzos para mantenerse como proveedor confiable de trigo, si pretende cuidar las ventajas que le garantizan un acceso preferencial al segundo mercado más importante del mundo. Por otro lado, en febrero pasado, luego de años de negociaciones, Brasil firmó con Rusia el Protocolo Fitosanitario necesario para la importación de trigo desde ese origen. No obstante, el mismo no tendría efectos en el corto plazo, debido a que azotado por una dura sequía que ocasionó una caída de un 33% en su producción, Rusia no contaría con saldos exportables de trigo durante esta campaña. Las autoridades rusas confían en que su país podría vender a Brasil más de un millón de toneladas de trigo por año en un futuro cercano. Leer en pdf »
BRASIL – TRIGO
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