Continúan las tensiones en la relación bilateral Con el objetivo de descomprimir las tensiones que amenazan la relación comercial bilateral, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, realizó una visita a Buenos Aires el pasado 25 de abril para reunirse con su par de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Si bien ambos países manifestaron un renovado compromiso con la integración, el encuentro no arrojó ningún resultado concreto en torno a las disputas en las que los dos principales socios del MERCOSUR se han visto envueltos en los últimos meses. Entre los temas que formaron parte de la agenda se encuentran la decisión de la minera brasileña Vale de suspender una millonaria inversión en la provincia de Mendoza, el nuevo régimen para el comercio bilateral de autos y autopartes, la financiación por parte del Banco Nacional de Desarrollo brasilero (BNDS) a Argentina, y las restricciones a las importaciones impuestas por el gobierno argentino. Respecto de este último punto, el canciller brasileño, Antonio Patriota, había admitido a principios de abril que la relación comercial con Argentina era «menos que satisfactoria», debido a la existencia de medidas como las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI). Según Patriota, las ventas de Brasil a nuestro país cayeron un 22 % en 2012, tendencia que se mantuvo durante los primeros tres meses de este año. Además, funcionarios brasileños destacaron las denuncias de empresarios de ese país sobre un supuesto desvío de comercio a favor de China, a la que se le aplicarían menores restricciones. Debe notarse que durante abril el comercio total entre Argentina y Brasil registró un crecimiento del 24,2%, respecto de idéntico mes del año anterior. Dicho resultado se alcanzó debido a que, luego de 13 períodos de caídas consecutivas, las importaciones argentinas mostraron un crecimiento del 30,7%, totalizando 1.766 millones de dólares. Este resultado se debe, en parte, a que la base de comparación es baja, dado que en aquel momento ya habían comenzado a implementarse las DJAI. Por otro lado, las exportaciones argentinas hacia Brasil se incrementaron un 17,8%, alcanzando los 1.591 millones de dólares. A pesar de esta situación, durante la reunión las mandatarias solo se limitaron a convocar a una reunión de cuadros técnicos para analizar estos reclamos, que debía realizarse la semana siguiente en Montevideo, pero que luego fue cancelada. Según trascendidos, las partes celebrarían en mayo una cumbre ministerial en San Pablo para destrabar el conflicto. En una conferencia de prensa conjunta, Rousseff, destacó la importancia que poseen Argentina y Brasil para la región, y agregó que la integración es la clave para profundizar la presencia de ambos países en el mundo». Dilma aseguró que “el diálogo es la mejor forma de alcanzar soluciones”, y que debemos enfrentar “esta crisis no con menos, sino con más integración”. Por este motivo, llamó a “superar las trabas” para “retomar la plena fluidez del comercio”. Desde Uruguay también se hicieron oír críticas a la política comercial argentina. En respuesta a los pobres resultados que está obteniendo del comercio intra-MERCOSUR, debido principalmente a las restricciones a las importaciones; su presidente, José Mujica, anunció que está trabajando con Brasil para que en el año 2014 no existan más fronteras entre ambos países para el intercambio de bienes, servicios y personas. Recientemente se creó una Comisión de Comercio Bilateral, en el marco del ACE Nº 2, que tiene por objetivo declarado «asegurar la fluidez del intercambio comercial bilateral y promover la ampliación y profundización del comercio, en un marco de especial atención a las asimetrías entre las partes». Estos movimientos confirman el delicado momento que está atravesando el MERCOSUR. Ya no sólo las recurrentes disputas comerciales entre sus Miembros se resuelven por canales bilaterales, evitando la institucionalidad del bloque; sino que ahora, además, los países deciden profundizar sus relaciones comerciales dejando de lado al resto de los socios. A esto hay que sumarle la crisis institucional por la suspensión de Paraguay y el ingreso de Venezuela; y la parálisis en el relacionamiento externo del bloque que amenaza con dejarlo afuera de la nueva oleada de acuerdos comerciales que se están negociando en todo el mundo Leer en pdf »
ARGENTINA – BRASIL
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