China ha presentado el denominado «Documento Central Número 1«, el primero de una serie de documentos que fijan las políticas que cada año publican el Comité central del PCCh y el Consejo de Estado, que es el gabinete chino. Desde 2004, el mismo se centra en asuntos agrícolas, en desarrollo rural y en los agricultores, demostrando la importancia que tienen este sector para el gobierno chino.
A lo largo de seis ejes centrales y 30 objetivos específicos, el documento sienta las bases de accionar del gobierno de China en pos de un concepto de “desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido”. En esta ocasión, las autoridades buscan una transformación más rápida de los modelos agrícolas para garantizar que la población rural mejore sus condiciones de vida. Durante la vigencia del XII Plan Quinquenal, han aumentado los ingresos de los habitantes rurales, con una reducción de la brecha urbana-rural, y una modernización gradual de la agricultura. En este sentido, se fija como meta que para 2020, los ingresos per cápita de los agricultores deberán duplicarse en comparación con la de 2010, lo que llevará a que la brecha de ingresos de los residentes urbanos y rurales continúe estrechándose.
Con las mejoras en las cosechas, China ya no enfrenta desafíos de antaño a su seguridad alimentaria, pero en cambio, persisten problemas estructurales. Se busca una reforma estructural que permita un mejor control de la oferta, para lo cual se exige un sistema orientado al mercado en el que la asignación de los recursos se optimice y las demandas se satisfagan mejor.
De todas maneras, el objetivo principal de la reforma sigue siendo garantizar la seguridad alimentaria. Para este fin, un crecimiento estable en la producción de cereales debe mantenerse para ser al menos autosuficiente y menos dependiente de las importaciones.
El documento indica que China necesita diversificar su oferta de productos agrícolas, crear más marcas de confianza, reducir los costes mediante las economías de escala y explorar modelos de negocio innovadores, como la combinación de producción y turismo.
También hace foco en la mejorara del manejo de los suelos, garantizando que sean capaces de resistir inundaciones y sequías, al tiempo que el cultivo se realice de manera respetuosa con el medio ambiente.
Se promueve la formación de agricultores profesionales, una mayor inversión en tecnología, así como diversas entidades y modelos de negocio que ayudarán a incrementar el ritmo de cambio.
Además, las políticas y el apoyo tecnológico deben mejorarse para proteger los recursos agrícolas y elevar la eficiencia en su utilización, evitando que los recursos sean explotados de forma excesiva y extensiva, además de prevenir más contaminación en la producción agrícola.
Finalmente, se resalta la necesidad de hacer más eficiente el uso del agua en la agricultura, mediante la aplicación de precios escalonados, uso más amplio de cosechas tolerantes a sequías y recompensas por la conservación del agua.
En pos de garantizar el desarrollo sostenible de la agricultura, China se ha propuesto establecer un mecanismo de fijación de precios que refleje apropiadamente el costo del agua y fomente su ahorro.