Dada la reducción de la producción brasileña de maíz, debido a una severa sequía, se prevé que Brasil va a necesitar importar maíz para paliar la escasez de dicho cereal. En este sentido, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil, redujo su estimación sobre la producción total, de 69,14 a 68,48 millones de toneladas, y la dejó un 17,6% por debajo de la estimación inicial, de 83,11 millones, y también por debajo de los 84,67 millones de la campaña anterior. Así, la oferta brasileña del cereal es la más baja desde el ciclo 2010/2011.
Uno de los posibles orígenes de importación podría ser Estados Unidos, ya que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos de Brasil, ha anunciado su intención de pedir la aprobación de las importaciones de maíz transgénico proveniente de Norteamérica. En este sentido, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad, tiene programado un encuentro para el mes próximo. Si dicho organismo aprueba las compras de maíz transgénico estadounidense, se abrirá una ventana de importaciones provenientes de Estados Unidos desde septiembre a noviembre, según el informe del USDA.
En los últimos años, las compras de maíz por parte de Brasil han provenido principalmente de sus socios del Mercosur –Argentina, pero sobre todo Paraguay-, los cuales no pagan derechos de importación. En caso de querer adquirir el cereal de EE.UU., se debería abonar un arancel del 8%, a menos que Brasil decida reducir temporalmente dicho impuesto, y permitir el ingreso del maíz estadounidense.
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También ha habido novedades respecto al trigo. A principios de agosto, en el marco de una reunión entre el Ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y su par de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento del Brasil, Blairo Maggi, se ratificó la decisión de trabajar en conjunto para alcanzar un acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea. También se analizaron cuestiones sanitarias, comerciales, y de cooperación técnica y tecnológica.
En cuanto al trigo, Maggi anunció que su país buscaba poner en marcha un acuerdo con Canadá y Estados Unidos, previo al Mercosur, que le permitiría a Brasil importar una cuota de trigo desde esos orígenes.
Debe señalarse que previo a los años de intervención en las exportaciones de este cereal, Argentina abastecía más del 90% del mercado brasilero. Cuando se impusieron las restricciones, Brasil empezó a abastecerse de otros destinos, llevando incluso a la reducción temporaria del arancel del 10%, para ingresar trigo con mejores precios desde Estados Unidos, Canadá y Rusia, entre otros destinos. En el primer semestre de 2016, Argentina ha exportado alrededor de 2,15 millones de toneladas de trigo al vecino país, al tiempo que ha aumentado sus envíos hacia otros destinos. Por su parte, Buryaile indicó que Argentina iba a trabajar para mantener su market share en Brasil y para seguir recuperando mercados perdidos para el trigo argentino