Con profunda tristeza lamentamos comunicar el fallecimiento del Dr. Ernesto S. Liboreiro, el día 3 de septiembre del corriente año.
Quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo saben que se trató de un hombre con una entereza moral intachable y una fuerza de voluntad enorme, que lo llevó a continuar trabajando con la misma pasión de siempre por nuestra Fundación hasta los últimos momentos de su vida.
Para todos los que trabajamos en la Fundación INAI y compartimos el trabajo con él, hoy se nos va algo más que nuestro Director Ejecutivo. Ernesto fue y será siempre el alma mater del INAI, fundada allá por 1999, por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca.
A lo largo de sus trece años al frente del Instituto, orientó sus esfuerzos en lograr que pensemos en el largo plazo, en un medio en el cual la inmediatez suele primar. Supo adaptarse a los tiempos que corrían, trabajando desde un primer momento para construir un puente entre el sector público y el privado, en el ámbito de las negociaciones agrícolas. Luego amplió el campo de estudio orientándose al análisis de la inserción de Argentina en el comercio agrícola internacional. Y como muchos dicen que la vida es una rueda, en estos años retornó a una de sus pasiones: los modelos cuantitativos. En este sentido, puso sus mayores esfuerzos en desarrollar herramientas de análisis que nos permitieran posicionarnos a la altura de grandes instituciones del mundo.
Ernesto para nosotros fue un gran maestro. Nos formó como profesionales incentivándonos siempre a aportar una visión diferente a los desafíos que enfrenta el sector agrícola. En estos últimos años además, nos enseñó algo que va más allá de lo laboral, nos enseñó a pelear hasta el final, sin claudicar aunque la adversidad fuese demasiado grande.
Con él se va uno de los grandes referentes del sector agrícola. Siempre te vamos a recordar Ernesto. Tu trabajo no quedará trunco, haremos todo lo posible por mantener vivo tu legado.