Tras años de estancamiento de las negociaciones comerciales del Mercosur, y en un contexto donde se vislumbran amenazas proteccionistas, se muestra una agenda externa colmada de reuniones, negociaciones y acuerdos. Egipto, Colombia, UE, EFTA, México, India, entre los principales.
Desde Argentina, se observa una intensa agenda externa que incluye desde misiones comerciales y técnicas sectoriales hasta una participación activa en los procesos de negociación del Mercosur con otros países o grupos de países. Durante el presente mes se celebraron misiones comerciales a Marruecos y Egipto, encabezadas por la Vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti. Esta última coincide con la ratificación del acuerdo comercial que entrará en vigencia a la brevedad.
Luego de siete años, finalmente Argentina ratificó el Acuerdo Mercosur – Egipto. Se trata de un Tratado de Libre Comercio (TLC), que había sido firmado en agosto de 2010 pero que aún no se encontraba vigente. Será el segundo TLC que ha suscrito el Mercosur con un país fuera de Latinoamérica, el primero fue firmado con Israel. Para entrar en vigor debía ser ratificado por todos los Estados Parte del Mercosur y nuestro país era el único socio del bloque que aún no lo había hecho. La aprobación la realizó en mayo pasado[1] pero recién el día 19 de julio se realizó el depósito de la ratificación del documento en la sede del Mercosur en Asunción del Paraguay, lo cual implica que el acuerdo tendrá plena vigencia en 30 días desde esa fecha.
El mencionado acuerdo significará la eliminación de los aranceles para más del 90% del comercio entre ambas partes. Esta liberalización mutua ocurrirá en diferentes plazos dependiendo del producto: algunos bienes poseerán ingreso libre de aranceles al momento de entrada en vigor del acuerdo y otros cumplirán calendarios de desgravación de cuatro, ocho y diez años, al cabo de los cuales imperará el libre comercio, con algunas excepciones basadas en cuotas. Existe un grupo menor de productos cuyos aranceles serán eliminados de la manera en que lo determine el Comité Conjunto establecido para administrar el Acuerdo. Se incluye, además de concesiones para la liberalización del comercio de bienes agrícolas e industriales, normativa en materia de reglas de origen, solución de controversias, salvaguardias preferenciales, cooperación en inversión y servicios, y el establecimiento de un Comité de Administración Conjunta responsable de la implementación y profundización del Tratado.
Adicionalmente, el día 21 se suscribió el Acuerdo de Complementación Económica entre Mercosur y Colombia con el fin de crear un área de libre comercio entre las Partes. Debe mencionarse, que ya existía un Acuerdo de Complementación Económica (Nº 59) entre Mercosur y Colombia, Venezuela y Ecuador, en vigencia para Argentina desde 2005. El actual Acuerdo incorpora las preferencias arancelarias negociadas con anterioridad entre las Partes Signatarias en los Acuerdos de Alcance Parcial y Regional en el marco de la ALADI, en la forma como se refleja en el Programa de Liberación Comercial. No obstante, indica que serán aplicables las preferencias y otras condiciones de acceso que estén siendo aplicadas por las Partes a la fecha de suscripción del Acuerdo, al amparo del Acuerdo Regional Relativo a la Preferencia Arancelaria Regional (PAR) y de los Acuerdos Regionales de Apertura de Mercados en favor de los países de menor desarrollo económico relativo (NAM), en la medida sean más favorables que las que se establecen en el nuevo instrumento.
Por otro lado, el día 24 de julio se realizó en el Palacio San Martín una nueva reunión técnica entre las delegaciones del Mercosur y Canadá, a fin de avanzar en las conversaciones sobre un posible acuerdo comercial. Según indicaron en un comunicado de prensa de la Cancillería, en dicha ocasión se consideraron las posiciones de cada Parte sobre los posibles temas y capítulos del Acuerdo. Se incluiría el comercio de bienes y servicios, barreras no arancelarias (técnicas, medidas sanitarias y fitosanitarias) e inversiones.
Cabe destacar, que durante la Cumbre presidencial del 21 de julio, se revisaron los avances alcanzados en el primer semestre en materia de relacionamiento externo del Mercosur, a saber: celebración de varias rondas de negociación con la UE; inicio de negociaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) -Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza-; aproximación con la Alianza del Pacífico; suscripción de un Acuerdo de Complementación Económica con Colombia; diálogo exploratorio con Canadá; trabajos intra-MERCOSUR para ampliación del Acuerdo con India; nuevos canales de diálogo con Australia – Nueva Zelandia (CER) y Japón; conclusión del diálogo exploratorio con la República de Corea; mejoras en la administración del Acuerdo con la Unión Aduanera del África Austral (SACU) que entrara en vigencia en abril de 2016; y la pronta entrada en vigor del acuerdo de libre comercio con Egipto.
En efecto, el Mercosur tras más de 25 años de integración, parece haber retomado la senda de integración y muestra un rol activo en su posicionamiento regional. Los Presidentes de los Estados Parte han indicado como desafíos de la agenda común: avanzar en el posicionamiento internacional competitivo del bloque, la promoción de una agenda focalizada en facilitación de comercio, internacionalización e inserción en cadenas globales de valor, la competitividad exportadora de la región a través de la disminución de costos productivos, logísticos y administrativos, tanto a nivel regional como nacional, entre otros.
[1] Aprobado por el Congreso el 9 de mayo y promulgado por el Ejecutivo mediante la Ley 27.361 (BO 31/05/17).