Un reciente informe de ICTSD aporta una visión global sobre los últimos cambios en la política agrícola china, y los interpreta como pasos intermedios para aliviar preocupaciones inmediatas, por lo que se requerirían mayores reformas a largo plazo.
Un informe de ICTSD por Wusheng Yu analiza las más recientes reformas en la política agrícola china y cuáles serían sus consecuencias para los mercados internacionales. De acuerdo con al autor, los intentos del gigante asiático de alcanzar la autosuficiencia alimentaria se tradujeron en incrementos de costos y precios domésticos superiores a los internacionales.
La simultaneidad de los fenómenos de elevada producción, elevadas importaciones y altos stocks (denominada “triple-high”) es de preocupación tanto por los elevados costos que conlleva como por las interrogantes que genera en términos de compatibilidad con las obligaciones que enfrenta China ante la OMC.
Como respuesta, el gobierno Chino emprendió una “modernización” de su política agrícola, que describe como más orientada el mercado, pero de manera diferenciada entre productos: para trigo y arroz, los precios mínimos de compra se mantienen; para algodón y soja se implementaría un sistema de precios meta en determinadas regiones; y para maíz se reemplazarían las compras gubernamentales con un programa de subsidios directos al productor que se desconectaría de la formación de precios.
De acuerdo al autor, es en este último producto en el que se verían los principales impactos, de manera que en el largo plazo cabría esperarse una menor área y volumen de maíz chino. El trabajo ve muy positivo el corrimiento hacia instrumentos de política menos costosos, que además sería beneficioso en términos del desarrollo sustentable en agricultura. Por otro lado, permitirían mejorar la posición del país en relación a los compromisos en la OMC.
Sin embargo, quedaría un camino largo por recorrer en materia de desconexión de los pagos a los productores. Wusheng Yu interpreta que las recientes modificaciones de política deberían verse como pasos intermedios para aliviar preocupaciones inmediatas, mientras que las soluciones de largo plazo con vistas a un desarrollo sostenible requerirían mayores reformas, convirtiendo los soportes de precio del mercado en transferencias directas.