Criticas renovadas. Durante su discurso pronunciado en ocasión de la 18 Conferencia de la Unión Industrial Argentina, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, volvió a cuestionar la política argentina de sustitución de importaciones. La mandataria llamó a superar los desequilibrios comerciales bilaterales y a evitar el desvío de comercio a favor de socios no regionales. En su intervención, Rousseff ratificó el convencimiento de seguir fortaleciendo estratégicamente las cadenas productivas de ambos países, en el marco de una cooperación intensa y complementaria. En una línea más dura, su ministro de Hacienda, Guido Mantega, expresó que Argentina está trabando el comercio bilateral, afectando la exportación brasileña de productos manufacturados. Empresarios presentes aprovecharon la reunión para dejar oír sus críticas a las restricciones argentinas a las importaciones de productos de la línea blanca, textiles y confecciones, autopartes, muebles y maquinaria agrícola. Señalaron que Argentina no sustituye las compras desde Brasil por su mercado interno, sino por terceros como China. Por su parte, en defensa a la estrategia de comercio exterior implementada por Argentina, el canciller Timerman sostuvo que los países desarrollados buscan limitar los instrumentos disponibles para garantizar los procesos de industrialización, en una clara alusión a las denuncias que varios países radicaron en la OMC en contra de las trabas a las importaciones aplicadas por nuestro país. La ministra de Industria argentina, Debora Giorgi, destacó en su exposición que América Latina tiene un potencial máximo para sustituir importaciones por casi 600.000 millones de dólares, y que se debe trabajar para aumentar el comercio intrarregional, que en la actualidad está alrededor del 15%. Finalizando la jornada, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, subrayó que la integración es una necesidad que debe ampliarse a toda la región, y la caracterizó como un mecanismo de defensa ante la crisis mundial. Debe notarse que, por primera vez desde junio de 2009, en octubre pasado Argentina registró superávit comercial con Brasil. Esto debido a una fuerte contracción de las importaciones argentinas, que cayeron un 18,4%, alcanzando los 1.626 millones de dólares. Según la consultora Abeceb, la explicación se encontraría en las restricciones a las importaciones que aplica Argentina y la desaceleración de la actividad económica local. Los envíos argentinos a Brasil, en cambio, aumentaron un 8,8% respecto del mismo mes de 2011, totalizando la cifra récord de 1.666 millones de dólares. No obstante, en lo que va de 2012 Argentina acumula un saldo comercial negativo con Brasil de 1.834 millones de dólares. A pesar de los discursos de los más altos representantes de ambos países a favor de la integración y el fortalecimiento de la relación bilateral, este año estuvo caracterizado por una caída generalizada del flujo de comercio entre ambos países. Entre enero y octubre las exportaciones argentinas a Brasil sumaron 13.269 millones de dólares, un 4,7% menos que idéntico período de 2011, mientras que las compras al país vecino se contrajeron un significativo 20%, alcanzando los 15.103 millones.
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ARGENTINA – BRASIL
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