Luego de arduas negociaciones el 31 de julio se acordó un programa de trabajo para las negociaciones agrícolas. Conviene aclarar que como todo programa de trabajo establece condicionamientos, algunos positivos y otros negativos. Al mismo tiempo nada de lo contenido está acordado hasta que se logre un consenso general en todos los temas. Por esto mismo, el programa no implica ninguna reducción de subsidios hasta el momento. En términos generales, el marco es: a) bueno en lo relativo a competencia de las exportaciones (subsidios, créditos y garantías a la exportación y ayuda alimentaria); b) mejor al que se podría haber firmado en Cancún en materia de medidas de ayuda interna (subsidios a la producción); y c) muy ambiguo en acceso a mercados (reducción de aranceles a la importación). El programa logrado es mucho mejor que el propuesto por EE.UU. y la UE en la última Conferencia Ministerial de Cancún. La alianza estratégica del G-20 (grupo de países en desarrollo liderado por Brasil, India, China, Argentina, etc) ha demostrado sus frutos consiguiendo, en esta oportunidad, un mejor piso para continuar con la negociación de la Ronda. También hay que destacar que para la Argentina lo alcanzado en este acuerdo quizás sea muy poco en relación con sus aspiraciones, pero sin duda es un avance en relación a lo que se podría haber acordado un año atrás. Ahora deben continuar las negociaciones con el objetivo de potenciar los lineamientos positivos de este acuerdo y mitigar los aspectos que podrían ser negativos para la Argentina. Es de destacar que Argentina luchó duramente en un contexto adverso, en el que las alianzas con Brasil y Australia no funcionaron en plenitud. La delegación argentina se encontró más acompañada por la India que por sus aliados tradicionales.Leer en pdf »
OMC
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