Ante el llamamiento de los Ministros de Comercio e Inversiones del G20 a una reforma de la OMC, surge una propuesta de la UE para avanzar sobre la misma.
Durante la Reunión ministerial de Comercio e Inversiones del G20, realizada a mediados de septiembre en Mar del Plata, hubo un pedido específico a la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El Canciller argentino, Jorge Faurie afirmó que “es claro que todos compartimos que es sumamente importante y perentorio encontrar propuestas para que la OMC pueda ser más responsiva a los desafíos que tiene hoy el comercio”, y explicó que “a lo largo de la charla fuimos conociendo las visiones de los distintos países –particularmente de los principales actores del comercio internacional– para llevar adelante esta reforma, y qué es lo que puede y debe ser reformado, qué es lo que tiene ser preservado”. “Sentados a la mesa del gran foro internacional que es el G20, que reúne el 80% del PBI mundial, la Argentina hizo aquello que puede hacer bien: servir como un mediador y tratar de aproximar posiciones”, sostuvo.
A pocos días de tal reunión, la Comisión Europea publicó sus ideas para la reforma de la OMC, con el foco en contrarrestar las distorsiones de mercado, como en China, y para disuadir a Estados Unidos de que se retire del organismo, dejando bien claro que la UE quiere asumir un papel principal en esta cuestión.
Trump había declarado en agosto que podría retirarse de la OMC, lo que implicaría un fuerte golpe a la institución y debilitaría una de las bases de la economía internacional moderna, precisamente por parte de uno de sus principales impulsores a la hora de crearla.
La Comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha subrayado que la OMC ha proporcionado durante décadas un marco de estabilidad internacional y ha subrayado que ha sido «uno de los organismos más exitosos para resolver disputas» entre países. En cuanto a la necesidad de reforma, Malmström señaló que si bien el mundo había cambiado, la OMC no.
Se ha advertido que la crisis de la OMC es el resultado de la ausencia de normas que regulen nuevas actividades económicas; es decir, la existencia de normas desactualizadas para hacer frente a nuevos desafíos. Así, el Ejecutivo comunitario cree que el desarrollo de nuevas normas sobre comercio «no se ha producido en sintonía con los cambios económicos, políticos y tecnológicos”. En concreto, ha considerado que las subvenciones que distorsionan el mercado, frecuentemente canalizadas a través de empresas públicas, no están «adecuadamente reflejadas» en las reglas comerciales internacionales. También ha criticado que la OMC «está cada vez más sobrecargada por la rigidez de los procedimientos y los conflictosde interés entre los países», que la rama que resuelve los litigios comerciales «está a punto de quedar paralizada por el bloqueo de los nombramientos de nuevos miembros» y que el órgano de supervisión se encuentra «amenazado» por la falta de transparencia de muchos países.
En tal sentido, reafirmó la necesidad de actuar para que el sistema pueda hacer frente a los desafíos de la economía mundial actual y vuelva a funcionar para todos. La CE ha propuesto actualizar las reglas de comercio internacional, reforzar la autoridad de la OMC para supervisar el comercio y encontrar una forma de superar el estancamiento actual del sistema de solución de diferencias de la OMC. También se busca abordar la cuestión de las transferencias forzadas de tecnología e incluso sancionar a los miembros de la OMC que no cumplan con sus obligaciones. Mención especial merece el tema relativo a solución de controversias, ya que es el que mayor riesgo corre, debido a que EE.UU. ha bloqueado sistemáticamente los nombramientos de jueces en el Órgano de Apelación (OA), el cual para finales de septiembre, ha llegado a tener solo tres jueces – número mínimo requerido para escuchar cada apelación-, cuando en su habitual conformación son siete miembros. El argumento estadounidense para la oposición es que la OMC ha perdido su enfoque en las negociaciones comerciales a favor del litigio y que el OA se ha extralimitado en sus fallos.