Con la apertura de la revisión de derechos antidumping y compensatorios al biodiesel argentino, EE.UU. otorga una luz de esperanza para el reingreso a su mercado.
A principios de noviembre, el Departamento de Comercio de EE.UU. inició el proceso de revisión de los derechos antidumping y compensatorios aplicados a las importaciones de biodiésel de la Argentina.
Debe recordarse que el 9 de noviembre de 2017, se aplicaron derechos compensatorios definitivos contra el biodiésel argentino por supuestos subsidios, con aranceles de entre el 71,45% y el 72,28%. Y luego, a finales de febrero de este año, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, anunció la decisión definitiva de aplicar,asimismo, aranceles antidumping de entre 60,44% y 86,41% al biodiesel argentino. Todo esto sepultó las posibilidades de seguir vendiendo al mercado de dicho país.
Volviendo a la revisión, habitualmente la normativa estadounidense permite que se vuelvan a analizar las medidas una vez cumplido un plazo mínimo de dos años desde la imposición de las mismas, que como se mencionó, fueron impuestas entre finales de 2017 y principios de este año. Para justificar el adelantamiento, el Secretario de Comercio de dicho país indicó que se hizo uso de la excepción prevista en la ley y consideró que existía «causa justificada» para el inicio de la revisión. Dicho proceso se prevé se extienda por un plazo de 270 días, según surge de las normas aplicables.
El procedimiento fue solicitado por el Gobierno argentino y contó con el apoyo de las empresas exportadoras de biocombustible. El principal fundamento radica en el cambio de circunstancias provocado por la reducción del diferencial entre los derechos de exportación aplicados al biodiésel y aquellos que pagan los insumos del mismo (poroto y aceite de soja), según se destacó desde la Cancillería.
Cuando se aplicaron las sanciones, el biodiesel no pagaba derechos de exportación, en tanto que el poroto de soja tenía una alícuota del 35% y el aceite del 32%. Ahora, productos como el poroto, el aceite o la harina de soja tributan el 18% más el 12% o tope de $4 por dólar de valor de exportación,según corresponda. En tanto que el biodiésel tributa el 15% previamente vigente más el 12% o tope de $4 por dólar exportado. Este cambio de circunstancias, reducción de diferencial mediante, fue lo que motivó la revisión.
El Canciller argentino, Jorge Faurie destacó que la decisión era “un resultado concreto del regreso a la normalización en nuestra relacióncon el mundo” y explicó que “representa la posibilidad que, al final de dicho proceso, si las negociaciones son exitosas, las importaciones de un producto de nuestro país, con alto valor agregado, puedan recuperar el acceso a un mercado muy significativo como lo es el de EE.UU.”.Si bien desde el lado argentino ha habido festejos, del otro lado del mostrador no comparten la algarabía. En tal sentido, las empresas que peticionaron la aplicación de estas medidas, han remarcado que siguen apoyando firmemente las decisiones de aranceles compensatorios y antidumping, que pretendían eliminar la competencia desleal. Para los voceros estadounidenses, retractarse de estos aranceles agregaría presiones adicionales para los agricultores, los trabajadores y la industria estadounidense de biodiesel.
