La XI Conferencia Ministerial de la OMC finalizó con magros resultados, incluso en los temas que se veían con mejores perspectivas. Si bien se reconoció la importancia del rol de la OMC en el comercio, algunos miembros buscan métodos de negociación alternativos con el fin de hacer más expeditivo el trabajo futuro.
Finalizó la Decimoprimera Conferencia Ministerial (XICM) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires con más interrogantes que resultados dado que hubieron pocas decisiones concretas, pero estableciéndose una extensa agenda a futuro.
El Presidente Mauricio Macri mencionó en su discurso de apertura que “los desafíos por delante son muchos” de modo que “es momento de ser pragmáticos y avanzar sobre la base de un esquema, que si bien no es ideal, nos permite dar pasos pequeños pero firmes”. Afirmó, además, que “no es sostenible avanzar en un esquema donde el otro es siempre el proteccionista, o el otro es siempre el que no cumple las reglas”. Concluyó que “los problemas de la OMC se resuelven con más OMC, no con menos OMC”.
En este sentido, la conferencia comenzó con una fuerte demostración de apoyo al sistema multilateral de comercio y al multilateralismo por parte de los presidentes de Latinoamérica. Los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guyana, México, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay firmaron una declaración presidencial reafirmando que “el multilateralismo es el mejor camino para tomar ventaja de las oportunidades y para enfrentar los desafíos del comercio internacional”, y confirmando la importancia de preservar y fortalecer el sistema de comercio multilateral.
Negociaciones cuesta arriba
A pesar del apoyo a la institución, algunos miembros mostraron cierta frustración con respecto a la OMC como foro de negociación. Durante su discurso en la reunión plenaria, el USTR (Representante Comercial de EE.UU.) Robert Lighthizer mencionó que “muchos están preocupados porque la OMC se encuentra perdiendo su foco en las negociaciones, y se tornaría una organización centrada en litigios”. En particular, opinó que a menudo los miembros parecen creer que pueden ganar beneficios que no lograrían en una mesa de negociaciones por medio de contiendas legales.
Se refirió también al tema desarrollo. Mencionó que no se puede sostener una situación en la que las nuevas reglas sólo aplican a unos pocos, mientras que otros tienen pase libre en función de su autodeterminación de la categoría de país en desarrollo. Destacó: “En nuestra visión, hay algo mal cuando cinco de los seis países más ricos en el mundo utilizan el estatus de país en desarrollo” (Refiriéndose a Qatar, Macao, Singapur, Brunei y Kuwait, considerando el PBI per cápita s/ppp).
El USTR opinó además que es imposible negociar nuevas reglas cuando muchas de las actuales no se siguen. En particular, se refirió a la necesidad de mejorar las notificaciones y la transparencia. Por otro lado, mencionó que existe mucho que podría y debería hacerse en la OMC para ayudar a hacer a los mercados más eficientes, manifestando el interés de su país en revitalizar los órganos de la institución para enfocarse en nuevos desafíos, como la sobrecapacidad crónica y la influencia de las empresas estatales. Destacó además el trabajo que se efectúa en conjunto con otros miembros sobre barreras sanitarias y fitosanitarias.
En un comunicado conjunto firmado por Lighthizer, Malmström y Seko (representantes de EE.UU., la U.E. y Japón, respectivamente), acordaron “fortalecer el compromiso para asegurar un campo de juego global nivelado”, y mejorar su cooperación trilateral en la OMC y otros foros para eliminar prácticas distorsivas y proteccionistas por terceros países. Entre las principales preocupaciones mencionaron:
- El exceso de capacidad en sectores clave exacerbado por financiamiento público y expansión subsidiada de capacidad instalada.
- Condiciones competitivas injustas causadas por subsidios distorsivos y empresas estatales.
- Transferencia de tecnología forzada.
- Requerimientos de contenido local y preferencias.
Pocas nueces
A pesar de que durante la conferencia se observó un elevado nivel de actividad por parte de las delegaciones, así como en eventos paralelos de los que formaron parte diversas ONGs (Ver, por ejemplo, Simposio de Comercio y Desarrollo Sostenible 2017), los resultados concretos fueron escasos. Entre los temas que se veían con mejores posibilidades para Buenos Aires se incluían prohibiciones a subsidios a la pesca ilegal, límites a subsidios agrícolas y una solución definitiva al tema de los inventarios públicos con fines de seguridad alimentaria, sin embargo el consenso no fue posible.
En el cierre de la Conferencia el Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, lamentó que “esta vez, los miembros no lograron cerrar acuerdos finales substantivos”, aunque mencionó que “cualquiera que haya seguido el debate en Ginebra sabría que el progreso en los temas de larga data sería difícil”. En particular, expresó decepción por no haberse cumplido con la fecha límite establecida para hallar una solución al problema de los inventarios públicos con fines de seguridad alimentaria (PSH, por sus siglas en inglés). Concluyó que “es incompatible esperar que el multilateralismo funcione y al mismo tiempo querer salir del salón con todo lo que se buscaba”, implicando que es necesario hacer concesiones.
Sin embargo, destacó que existieron ciertos avances. Los miembros acordaron continuar el trabajo en las negociaciones de subsidios de pesca, con vistas a adoptar, en la XII Conferencia Ministerial en 2019, un acuerdo amplio y disciplinas efectivas que prohíben ciertas formas de subsidios que contribuyen a la sobrepesca. Por otro lado, reafirmaron el compromiso de implementar las obligaciones de notificaciones bajo el Acuerdo sobre Subsidios y Medidas Compensatorias. Además, se acordó continuar las charlas sobre el Programa de Trabajo sobre Comercio Electrónico, y continuar la práctica actual de no imponer aranceles a las transmisiones electrónicas hasta la siguiente sesión en 2019. Continuaría también el trabajo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (TRIPS) y el programa de trabajo sobre economías pequeñas y vulnerables.
La presidenta de la Conferencia, Susana Malcorra, opinó en su discurso de cierre que se ha logrado “definir parámetros para nuestro trabajo futuro, con varias decisiones específicas”. Y mencionó que “hay vida después de Buenos Aires”, pero agregó: “está en nosotros hacer sentido y dar valor a esa vida.”
¿Nuevo camino?
En un momento en que el papel del sistema multilateral de comercio basado en reglas se encuentra en cuestionamiento, la responsabilidad de la OMC es adaptarse y responder a estas nuevas realidades. Sin embargo, la prolongada falta de consenso en el sistema ha desembocado en la negociación de acuerdos comerciales y de inversión regionales y bilaterales para avanzar en los nuevos desafíos, lo que a su vez plantea riesgos de fragmentación y erosión en los marcos mundiales.
Ante los magros resultados de la XICM, algunos miembros se inclinaron hacia la búsqueda de soluciones plurilaterales, en las cuales un grupo de países acordarían textos que luego podrían ser adoptados por todos los miembros. Esta podría ser una alternativa para ir avanzando en definiciones y reformas.
La Comisaria de Comercio en la Comisión Europea Cecilia Malmström observó: “Afortunadamente, aún tenemos los actuales acuerdos de la OMC, sus estructuras de cooperación y el invaluable mecanismo de solución de controversias. Se trata de un bien público global, y la UE lo valora enormemente”, “pero debemos reconocer que esta conferencia ha dejado en evidencia, más claramente que nunca, las deficiencias de la función de negociación de la OMC. Y el hecho de que los miembros se encuentran siendo bloqueados sistemáticamente de encarar las apremiantes realidades del comercio internacional. Excusas de procedimiento y vetos de un miembro u otro, y una toma de rehenes cínica, ha llevado al resultado actual.”
Como respuesta a ello, agregó que “ahora las puertas se están abriendo para nuevos tipos de conversaciones, utilizando las flexibilidades permitidas por el sistema multilateral de comercio.” “Avanzar con los miembros interesados mientras se asegura que las puertas se mantengan abiertas para que los demás se sumen”.