Marchas y contramarchas en la relación bilateral. Durante la segunda semana de mayo, una misión comercial argentina, integrada por alrededor de 600 empresarios argentinos, visitó Brasil en el marco del “Encuentro Empresarial Argentina-Brasil”, realizado en la sede de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP). Por el lado oficial, participaron el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, acompañado por la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. Esta misión constituyó la mayor comitiva empresaria recibida por autoridades del Brasil, y se trata, al mismo tiempo, de una de las misiones comerciales de mayor magnitud que haya impulsado la Argentina. Allí los empresarios argentinos mostraron a los brasileños sus productos. En términos sectoriales, se destacaron los rubros de alimentos y bebidas, productos cosméticos y de limpieza, confecciones y calzados, maquinaria agrícola y de uso general, electrodomésticos y software, entre otros. Sin embargo, una semana después, Brasil decidió suspender sus licencias automáticas de importación para una decena de productos perecederos como manzanas, uvas, vinos y quesos. Aunque las nuevas reglas se aplicaron a todos los países, las medidas afectaron en mayor grado a la Argentina, uno de los principales proveedores de esos productos. La suspensión de las licencias automáticas de importación podría demorar hasta 60 días el ingreso de los productos argentinos a Brasil. En una reunión realizada el 15 de mayo entre el canciller argentino, Héctor Timerman, y su par de Brasil, Antonio Patriota, se sentaron posiciones respecto de las trabas a las importaciones de un lado y del otro de la frontera. Argentina pidió el levantamiento del sistema de licencias no automáticas (LNA) de Brasil para las importaciones de diversos productos perecederos, entre los que fueron incluidos el vino, las uvas, las harinas de trigo, las manzanas y las papas, entre otros. Por el lado brasileño, se planteó que Argentina debía revisar su propio sistema de LNA para las exportaciones brasileñas, y también la exigencia de una declaración anticipada de importaciones. Particularmente, pidió que se levantaran las restricciones a las importaciones de cerdo. De acuerdo a datos de Brasil, los envíos brasileños de carne de cerdo a Argentina cayeron un 85% a raíz de los controles. Finalmente, el 22 de mayo el ministro brasileño de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Mendes Ribeiro Filho, informó al embajador de la Argentina en Brasilia, Luis María Kreckler, que fueron levantadas las restricciones a la exportación de pasas de uva argentinas. Kreckler, a la vez, comunicó al funcionario brasileño que quedó regularizada la importación de carne porcina de ese origen por parte de empresas argentinas. El embajador detalló que Moreno se reunió en Buenos Aires con los importadores de carne porcina para anunciar el restablecimiento pleno de la operatoria. Recordamos que las compras argentinas de carne de cerdo descendieron notablemente en los últimos cuatro meses producto de las trabas impuestas a sus importaciones. Tratando de destrabar la situación, las empresas argentinas del sector se comprometieron con el secretario de Comercio Interior a comprar en el exterior el 80% de lo que adquirieron en 2011 de pulpa porcina y tocino. En ese año se importaron, entre diferentes productos, unas 54.973 toneladas por un valor de 164 millones de dólares, 80% de los cuales provino de Brasil. El acuerdo también contempla que no se importará nada de carne de cerdo con hueso, lo que representó cerca de 4.400 toneladas el año pasado, ni tampoco de productos terminados. De esta forma, los elaboradores de productos porcinos darían mayor participación a la materia prima local, al tiempo que podrían importar, aunque en menor cantidad. Este trato también recibió fuertes críticas de la UE, especialmente de España. Desde la Asociación Brasileña de la Industria Productora y Exportadora de Carne de Cerdo (Abipecs), entidad que nuclea el 95% de los exportadores del sector, se mostraron incrédulos frente a los anuncios. Indicaron que se seguía con un nivel bajísimo de autorizaciones y que no había transparencia en el proceso, puesto que no existen criterios para entender por qué algunos cargamentos son liberados y otros no. La negociación promete continuar, ya que técnicos de los dos gobiernos se volverán a reunir, posiblemente el 4 de junio próximo en Buenos Aires, para analizar los temas pendientes del comercio bilateral, y en caso de que se requiera un mayor análisis habrá otro encuentro el 15 del mismo mes. Leer en pdf »
ARGENTINA – BRASIL
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