Lamy pasa la posta. Nombrado por el Consejo General para un período de 4 años, el primero de septiembre comenzará su mandato en la OMC el sexto Director General, Roberto Azevêdo, quien fue embajador de Brasil ante el organismo. Hará su primera aparición internacional en la Cumbre de Líderes del G-20 de San Petersburgo, los días 5 y 6 de septiembre. En su mensaje de bienvenida, señaló que “la OMC y el sistema multilateral de comercio se encuentran en una importante encrucijada”, debido a que las decisiones que se tomen en los próximos meses serán clave para determinar el modo en que se continuará trabajando. Al respecto, anunció que el éxito de la reunión de la Conferencia Ministerial en Bali “dará a la economía mundial y a la OMC la inyección de vitalidad que tanto necesitan”. Sin embargo, agregó que no es posible dar nada por seguro, y que será necesario mucho trabajo y empeño en las próximas semanas. Siguiendo los dichos de Azevêdo, los Miembros de la OMC identificaron esferas en la que es posible alcanzar un acuerdo. Si bien se trataría de una pequeña parte de los temas analizados en Doha, ayudaría a desbloquear las negociaciones y restauraría la confianza en la posibilidad de lograr resultados. Agregó que un acuerdo sobre medidas de facilitación de comercio, así como algunos temas vinculados a agricultura y a países menos adelantados, reportaría considerables beneficios económicos y de desarrollo. Por otro lado, destacó que “la OMC y el sistema multilateral de comercio siguen siendo hoy tan importantes como siempre lo han sido”, y que “el comercio, respaldado por el sistema multilateral, ha sido un poderoso motor de crecimiento y desarrollo”. Si bien observa que los gobiernos tienen opciones a nivel regional o bilateral para las negociaciones comerciales, manifestó que nunca ha oído a un negociador comercial de ningún país decir que esas opciones sean preferibles a un acuerdo global alcanzado en el marco de la OMC. Por lo tanto, subrayó que los 159 Miembros deben trabajar juntos para lograr resultados en Bali. El desafío que se enfrenta, sin embargo, es complejo. En un debate en Río de Janeiro, afirmó que las negociaciones entre la UE y EE.UU. pueden eclipsar la atención de la Ronda de Doha. Para acompañarlo en sus nuevas funciones, Azevêdo nombró a sus cuatro Directores Generales Adjuntos: Yi Xiaozhun, embajador de China ante la OMC; Karl-Ernst Brauner, alto funcionario del Departamento Federal de Economía y Tecnología de Alemania y representante en el Comité de Política Comercial en Bruselas; Yonov Frederick Agah, Embajador de Nigeria ante la OMC; y David Shark, Representante Permanente Adjunto de los Estados Unidos ante la OMC. Adicionalmente, como Jefe de Gabinete nombró al Embajador Australiano Tim Yeend, todos con amplia experiencia en cuestiones relacionadas a la OMC. El director saliente, Pascal Lamy, en una entrevista para O Globo, recomendó a Azevêdo que “sea paciente y determinado”. Agregó que es cierto que se encuentra frustrado por no haber concluido Doha. No obstante, mencionó que luego de sus años de mandato “la OMC es más grande, más influyente, y tiene más visibilidad y autoridad”. Por otro lado, considera como positivo que se cumplió la misión de abrir el comercio para los países en desarrollo, además de percibir que, a pesar de la crisis, el comercio resistió el proteccionismo. Sobre las posibilidades en Bali, opinó que si no se concreta el acuerdo de facilitación de comercio se afectaría la credibilidad de la Organización, pero no significaría un fin para la Ronda de Doha. A su vez, destacó que la falta de agilidad en las negociaciones no se encuentran en la OMC, si no en la política doméstica de cada país miembro: si los presidentes creen que el proyecto no pasará los respectivos congresos, no habrá acuerdo. De todas formas, manifestó que podría ser de utilidad dar espacio a la Secretaría de la OMC para formular propuestas, de manera de evitar los plazos que conlleva la consolidación de las múltiples propuestas de los Miembros en cada tema. Finalmente, subrayó que las trabas en Doha no se encuentran en Agricultura, sino en los aranceles industriales y en los problemas para determinar si un país emergente está más cercano a ser desarrollado o en desarrollo. Leer en pdf »
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