Los líderes de la Unión Africana (UA) refrendaron el histórico compromiso de acabar con el hambre en ese continente hacia 2025, durante la última Cumbre del bloque celebrada a fines de enero en Addis Abeba, Etiopía. El director general de la FAO, José Graziano da Silva, acogió con satisfacción el acuerdo, notando que “es una muestra de confianza de que, trabajando juntos, podemos ganar la lucha contra el hambre «. «África está siendo testigo de un crecimiento económico sin precedentes, pero también es el único continente en el mundo donde el número total de personas que padecen hambre ha aumentado desde 1990», advirtió. Para el Director, el reto ahora es transformar en realidad la visión de un África con seguridad alimentaria, haciendo frente a las múltiples causas del hambre. En este sentido, destacó la necesidad de invertir en agricultura, crear redes de seguridad y protección social para los pobres, garantizar el derecho de acceso a los recursos de tierra y agua y centrarse en los pequeños campesinos y los jóvenes. Once países africanos ya han cumplido la meta del Primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre entre 1990 y 2015: Angola, Argelia, Benín, Camerún, Djibouti, Ghana, Malawi, Níger, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, y Togo. Tres de estos (Djibouti, Ghana y Santo Tomé y Príncipe) han logrado también cumplir la meta más ambiciosa de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad el número total de personas hambrientas. El nuevo objetivo de la Unión Africana para 2025 alinea el continente con el Desafío Hambre Cero lanzado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en 2012. Por otro lado, notando la urgencia de emprender acciones para alcanzar la seguridad alimentaria mundial, de acuerdo a los últimos datos publicados el índice de precios de los alimentos de la FAO registra una fuerte recuperación. Para febrero de 2014 el indicador arrojó un promedio de 208,1, es decir un 2,6% por encima del índice de enero, aunque todavía un 2,1% inferior al del mismo mes del año anterior. Este aumento, el mayor desde mediados de 2012, se debió al fortalecimiento de las cotizaciones de todos los grupos de productos básicos que componen el índice, con excepción a la de la carne, que disminuyó ligeramente. Los productos que han sido objeto de las subidas más pronunciadas desde el mes pasado fueron el azúcar (+6,2%) y los aceites (+4,9%), seguidos de los cereales (+3,6%) y los productos lácteos (+2,9%). (ver gráfico en el archivo de pdf.) En el caso de los cereales, el índice de precios alcanzó un promedio de 195,8 puntos en febrero, esto es un 3,6% más respecto del mes anterior y la mayor subida registrada desde julio de 2012. En la recuperación de los precios del mes pasado se reflejan principalmente la preocupación sobre los cultivos de trigo en Estados Unidos, una gran demanda de cereales secundarios, tanto destinados a alimento como a biocombustible, y los precios elevados del arroz Japónica. No obstante, en general, los precios de los cereales se mantienen un 19% por debajo del nivel registrado en febrero del año pasado, indicando que la situación mundial de oferta y demanda se ha aliviado notablemente.
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Compromiso asumido
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