La conferencia anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se llevó a cabo en Marrakech (Marruecos) entre los días 7 y 18 de noviembre. Participaron delegados de cerca de 200 naciones, trabajando principalmente en el progreso de la implementación del Acuerdo de París (AP), el cual entró en vigor el pasado viernes 4 de noviembre. A la fecha, el número de partes que lo han ratificado ha llegado a 111, las que representan un 77% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Durante la primera semana, las negociaciones estuvieron enfocadas en cuestiones técnicas, mientras que durante la segunda se reunió a ministros y líderes de Gobiernos que participaron en una serie de encuentros de alto nivel a fin de tomar decisiones clave y consolidar el impulso político que dio lugar al acuerdo mundial.
Por el lado de los negociadores del Grupo de Trabajo Especial sobre el Acuerdo de París (GAP), se mantuvieron discusiones regulares y constructivas para preparar la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el Acuerdo de París (CMA1, por sus siglas en inglés). Entre los temas abarcados, cabe destacar: orientación sobre los planes de acción climática individuales de los países; comunicaciones sobre adaptación; marco de trabajo sobre la transparencia de las medidas y el apoyo; el futuro del balance mundial con respecto al progreso colectivo; y el comité para la facilitación de la aplicación y el cumplimiento.
Se iniciaron conversaciones sobre enfoques cooperativos para la aplicación de las NDC de las partes en virtud del artículo 6 del Acuerdo de París progresaron solo desde el punto de vista de los procedimientos debido a los desacuerdos sobre cómo regir los mercados de carbono. Mientras algunos países abogaron por un mercado mundial centralizado con supervisión de la CMNUCC, similar al existente en virtud del Protocolo de Kioto, otros defendieron un enfoque más flexible que permita a los países cooperar solo con un grado limitado de gobernabilidad centralizada.
El triunfo de Donald Trump como nuevo presidente de EE.UU. (Ver en este Boletín) originó preocupaciones, sobre todo en la consideración de las promesas de campaña electoral con respecto a denunciar el Acuerdo de París. Al respecto, una gran cantidad de países han requerido continuar con la colaboración internacional. Incluso los funcionarios salientes del Gobierno actual han llamado a seguir participando en la iniciativa mundial con miras a evitar un daño catastrófico producido por el calentamiento del planeta.
Por el lado de China, que junto a EE.UU. representan un tercio de las emisiones globales, ha reafirmado su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París, independientemente de lo que ocurra en Washington. Un nuevo informe del Global Carbon Project sugiere que el incremento de las emisiones se ha mantenido relativamente estable durante los últimos tres años y lo atribuye, en parte, a las recientes reducciones de las emisiones que ha realizado China.
Argentina,por su parte, presentó una nueva propuesta más ambiciosa que la presentada el año pasado durante la negociación en Paris. El nuevo compromiso apunta que para 2030 podrían reducirse en un 18% los gases de efecto invernadero (GEI) con fondos propios, y un 37%, con ayuda extranjera, cuando la anterior propuesta apuntaba al 15% y 30%, respectivamente.
Durante el año también se han registrado avances en temas relacionados al cambio climático pero no abarcados por el AP, sobre todo lo relativo a la aviación internacional, el transporte marítimo y las emisiones de los hidrofluorocarbonos. Incluso dentro de la OMC, un grupo de miembros asimismo tiene como objetivo concluir este año un acuerdo de reducción de aranceles para bienes ambientales, incluyendo algunos relacionados con la mitigación y adaptación al cambio climático.
La COP del año próximo (COP23) se celebrará bajo la presidencia de Fiyi en Bonn, Alemania, y la siguiente conferencia, COP24, se celebrará en Polonia.